
QUE LA CONFERENCIA DE BRUSELAS SOBRE SIRIA ESCUCHE Y PRESTE ATENCIÓN A WALID, UN NIÑO DE ALEPO
abril 4, 2017 8:01 am Deja tus comentariosPor el Comisionado General de UNRWA, Pierre Krähenbühl:
Por el Comisionado General de UNRWA, Pierre Krähenbühl:
A la luz del tema de este año por el Día Internacional de la Mujer Día 'Mujeres en el cambiante mundo laboral: Planeta 50:50 en 2030', UNRWA ha puesto en marcha un Premio de Género para reconocer al personal que ha hecho contribuciones hacia la igualdad de género. En Gaza, Muin Moqat, en calidad de Subdirector de Infraestructura y del Programa de Mejora de Campamentos, es uno de los empleados que muy merecidamente ha ganado este premio.
El 29 de enero, el equipo de Comunicación de UNRWA para las comunidades, parte de la Oficina de Comunicaciones de Gaza, lanzó su primer taller de dibujo de cómics en cooperación con una organización comunitaria en la ciudad de Gaza. Aproximadamente 25 jóvenes de todas las zonas de Gaza participan en este taller, que durará un mes y se centrará en temas como el matrimonio precoz o la violencia de género.
Se han formulado varias acusaciones contra miembros del personal de UNRWA que estamos examinando como parte de nuestro compromiso permanente de mantener la neutralidad de la Agencia.
Debido al bloqueo continuo en Gaza, que cumplirá una década en junio, la Franja sufre una crisis crónica de electricidad y combustible. Gaza por lo general sólo recibe entre seis y ocho horas de electricidad al día, y desde principios de 2017, esta tasa se redujo a sólo unas tres. Esto, en medio del frío inviernal.
Alia Shehabi, refugiada palestina de 80 años, fue testigo en primera persona de la Nakba, cuando en 1948 abandonó Palestina para trasladarse con su familia a Damasco en busca de refugio. Con 9 años nunca se imaginaba que, en su vejez, ella, junto con el resto de la comunidad de refugiados de Palestina en Siria, se enfrentaría a otro conflicto devastador: la guerra.
La guerra de Siria, que se aproxima ya a su séptimo año, ha tenido un impacto más que significativo en las familias refugiadas de Palestina que han huido a Líbano para escapar de la violencia. Como resultado, estas familias han tenido que tomar decisiones muy difíciles sobre su futuro. En muchos casos, las mujeres se han convertido en cabezas de sus familias y han tenido que mantenerlas mientras que sus maridos han tenido que emigrar a terceros países para buscar un sostén.
Mohammad al-Rameh es un vendedor de verduras de 52 años de edad del campamento de UNRWA de Neirab en Alepo, Siria, que está luchando por mantener a su familia. Antes de la crisis, trabajaba en la industria avícola, sin embargo, debido a la escalada de la violencia y la restricción de movimientos, perdió su trabajo y se vio obligado a abrir una pequeña tienda de verduras en el mercado del propio campamento.
El 10 de enero, UNRWA puso en marcha su Llamada de Emergencia 2017 para el territorio Palestino ocupado en la escuela del campamento de Aida, en Belén. Los dos directores de operaciones de UNRWA en Gaza y Cisjordania, Bo Schack y Scott Anderson, estuvieron presentes en el lanzamiento.
Mohammad Adnan Alwesh y su familia, su esposa Samah y sus tres hijos Tareq, Rayan y Adnan, huyeron de su campamento de Yarmouk en Damasco en 2014. Su vida en Amman desde entonces y sin embargo, sigue lejos de ser una vida "fácil": están entre las más de 3.500 familias de refugiados de Siria que dependen de nuestra ayuda en efectivo en Jordania.
Husein Abu Al-Lil y Kulthoom Baroud, matrimonio, vivían en un edificio de tres pisos en la ciudad de Gaza, junto con su familia, una familia extensa. Solían alquilar la planta baja del edificio a los dueños de los comercios. Cuando su casa fue totalmente destruida durante la ofensiva de 2014, no sólo perdieron pues su casa, sino también su única fuente de ingresos. "Inmediatamente después del alto el fuego en agosto de 2014, volví a mi casa, pero lo que encontré fue un montón de escombros. Perdí todo el dinero que había ahorrado durante toda mi vida, en algún lugar debajo de las piedras, quemado. Así que perdimos todo, nuestro hogar y nuestro sustento", recuerda Husein: "si UNRWA no nos pagara subsidios de alquiler no tendría otra que endeudarme muchísimo para proporcionarle a mi familia un techo, y eso sería una catástrofe".
UNRWA organizó un año más su tradicional recolección de la aceituna en solidaridad con los campesinos refugiados de Palestina en el pueblo de Wadi Fukin, al oeste de Belén. Desde el año 2014, UNRWA, a través de su Iniciativa de Cosecha del Aceite de Oliva, ha proporcionado herramientas de recolección para ayudar a los agricultores refugiados de 30 comunidades vulnerables de toda Cisjordania a recoger la cosecha de los olivos.