
Vuelta a las clases agridulce en las escuelas de UNRWA en Cisjordania, Siria, Líbano y Jordania
septiembre 17, 2024 11:52 amLa vuelta al cole en Oriente Próximo llega y el alumnado refugiado de Palestina en…
La vuelta al cole en Oriente Próximo llega y el alumnado refugiado de Palestina en…
La vuelta a las clases ha comenzado ya en Oriente Próximo y en las escuelas…
Las escuelas de UNRWA son un refugio seguro para los menores en medio de crisis…
Cuando era niña, Amal Hasanein siempre era de las primeras de su clase. En la An-Najah National University, donde estudió Matemáticas, se graduó con honores. Ahora, ella es la primera mujer directora de una escuela masculina en Cisjordania. Pero esto no es un lugar de descanso para ella. Desde el principio, su objetivo ha sido crear oportunidades para los que la rodean.
Hasta el momento, la carrera de Zeinab Mahmoud Nimr como profesora de árabe en las escuelas de UNRWA en Líbano ha sido más emocionante de lo que esperaba. A lo largo de diez años ha sido testigo de una transición importante en la forma en que la Agencia educa al casi medio millón de alumnos refugiados de Palestina, pasando de la simple memorización a la interacción activa y emocionante entre profesores y alumnos.
Nunca es tarde para empezar a estudiar. Buena muestra de ello es Sharifah Mohammad Ahmad Ali Mansour, que a sus 64 años ha comenzado 2º grado. Cuando comenzó a trabajar como asistente en la Escuela masculina de Qalqiliya, esta refugiada de Palestina no sabía que su vida estaba a punto de cambiar. El año pasado, en otoño, la directora le pidió que entregara una hoja de asistencia en un aula pero ella le confesó: "No sé qué dice la página, por no decir que no sé la habitación en la que hay que entregarlo". Al escuchar esto, la directora de la escuela, Amal Ahmad Hussein Hassanein, le ofreció a Sharifah la oportunidad de estudiar junto a los otros alumnos.
Como a muchas niñas, a Wala, de nueve años, le encantaba la escuela. Pero su vuelta al cole está marcada por los ocho días de violencia del pasado mes de noviembre de 2012 en Gaza, todavía están muy vivos en su memoria. "Vivimos con miedo, era como si la casa se hubiese ahogado debajo del humo negro. Sentí como la tierra temblaba debajo de mis pies y corrí hacia mi madre, me abrazaba y me prometía que todo iba a ir bien. Ella decía: 'son sólo fuegos artificiales. Mira los colores que bonitos son".
Aya Nimr, una niña refugiada de Palestina de diez años, creció en Yalda, al sur de Damasco. Ella tiene recuerdos muy claros de su vida allí. El actual conflicto que se libra en Siria, por el que uno de sus tíos resultó herido y otro perdió la vida, forzó a su familia a huir del país. Cuando llegaron a Líbano a mediados de 2012, "pensamos que habíamos alcanzado un puerto seguro, una estabilidad y que regresaríamos al ritmo normal de nuestras vidas, pero cada dos semanas teníamos que hacer las maletas y trasladarnos de una casa a otra".
Como los niños y niñas de todo el mundo, en Siria los más pequeños se preparan este otoño para la vuelta a las clases pero más de la mitad de las escuelas de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina (UNRWA ) en el país han tenido que cerrar por la violencia, afectando a casi dos tercios de los estudiantes refugiados de Palestina en Siria.
Anas Hajajleh, un niño de 11 años, comenzará 5º de primaria en septiembre en unas de las escuelas que UNRWA coordina en Cisjordania. Se le dibuja una sonrisa en la cara solo con pensar que verá a sus amigos y profesores de nuevo, y que podrá estudiar las asignaturas que le gustan. Cuando sea mayor quiere convertirse en médico. El trayecto hasta la escuela, que solía llevarle cinco minutos, este año se ha convertido en un camino de una hora. Aunque este no será el único inconveniente que se encontrará en su vuelta al cole.
"Yo solía estudiar francés cuando estaba en Siria", comenta Rawan, de 14 años, al terminarle de leer a su hermano Khaled, de seis años, un libro de una de sus asignaturas preferidas, inglés. "Pero en Jordania los estudiantes aprenden inglés". Actualmente, explica ella, su meta es dominar el idioma "porque algún día me ayudará a tener un buen empleo. Yo quiero ser periodista, y el inglés me será útil".
Casi medio millón de niños refugiados de Palestina regresan a la escuela, y este otoño las 703 escuelas de UNRWA abrirán sus puertas en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la franja de Gaza. Pero la mayoría de estos niños va a regresar a la escuela en situaciones muy difíciles de inestabilidad, conflictos y miedo.