
Siria, el difícil camino hacia un futuro mejor
enero 8, 2020 9:58 am Deja tus comentariosTodos los días, Sondous y Zahra’a caminan más allá de los escombros de la guerra en Yarmouk para llegar…
Todos los días, Sondous y Zahra’a caminan más allá de los escombros de la guerra en Yarmouk para llegar…
En el mes de junio, cientos de civiles, incluidos refugiados y refugiadas de Palestina, han sufrido debido a los enfrentamientos en suroeste de Siria.
Ranya al Musa, de 34 años, tiene tres hijas de entre seis y doce años. Las ha criado sola desde que su esposo desapareció en 2012. "Mi hija pequeña tenía solo un mes cuando mi esposo desapareció", dice ella. El único ingreso de la familia es la ayuda en efectivo de UNRWA. “Sobrevivimos con fideos y patatas. Ahora que he recibido ayuda en efectivo compraré un poco de pollo", explica.
El campamento de Sbeineh, 14 kilómetros al sur de Damasco en Siria, era el hogar de 25.000 refugiados de Palestina. En 2013, el campamento fue escenario de enfrentamientos armados. La lucha causó daños muy graves en los hogares e infraestructuras. A raiz de la intensificación de los combates, la población que vivía en el campamento tuvo que huir y ha permanecido cerrado para civiles desde el 7 de octubre de 2013. El 30 de agosto de 2017 se permitió oficialmente a los civiles volver a entrar. Se estima que hasta el momento han vuelto 2.500 familias de refugiados de Palestina, y se espera que otras 1.000 regresen en los próximos meses.
El Programa de Liderazgo para Mujeres Jóvenes (PLMJ) está implementado por la Iniciativa de Género de UNRWA en asociación con la Organización Comunitaria de toda la franja de Gaza. El programa tiene como objetivo mejorar las habilidades de las mujeres graduadas en Administración, Derechos Humanos, Inglés, Informática y Técnicas de Entrevista. Después de la formación, las graduadas tienen la oportunidad de aplicar sus nuevas habilidades adquiridas a través de un puesto de trabajo de tres meses en diversos sectores, incluido el sector privado, organizaciones no gubernamentales o la Organización Comunitaria de UNRWA en Gaza.
A pesar de que su formación educativa nunca se ha visto truncada, Safaa ha experimentado muchas interrupciones en su vida, a pesar de su corta edad. Safaa estaba en segundo grado cuando estalló la crisis de Nahr el-Bared. Su familia tuvo que ser evacuada del campamento a la ciudad vecina de Beddawi, antes de acabar definitivamente en el campamento de refugiados de dicha localidad.
La ofensiva militar de 2014 tuvo un impacto psicosocial devastador en las personas y comunidades de Gaza, lo que se suma al efecto ya experimentado de diez años de bloqueo y conflictos anteriores. El trauma de perder un hogar y miembros de la familia, y regresar a los barrios para encontrarlos destruidos, erosiona cada esperanza de futuro. La devastación humana, social y física sin precedentes durante la ofensiva del verano de 2014 tuvo un impacto mayor en los niños, y muchos siguen necesitados de apoyo psicosocial. Según el Programa de Salud Mental de UNRWA (PSM), los niños expuestos a la violencia a menudo pierden la confianza en los demás. Otros síntomas comunes son los trastornos de la alimentación, pesadillas o miedo intenso.
Encontrar un trabajo en Gaza no es una aventura fácil. Las condiciones socioeconómicas en el pequeño enclave son extremadamente terribles, con una de las tasas de desempleo más altas del mundo. En el último trimestre de 2016, la tasa de desempleo se situó en un promedio del 40,6% y del 68,6% entre las mujeres, según informa la Oficina Central Palestina de Estadísticas (OCPE). La situación es particularmente sombría para la juventud, ya que para muchos, encontrar un trabajo que pague las facturas y formar una familia sigue siendo un sueño lejano, ya que la tasa de desempleo entre los jóvenes ronda el 61,4%.