GAZA: SEIS MESES DE HORROR Las desorbitadas cifras de una catástrofe provocada y sin precedentes en todo el mundo

Desde hace seis meses los dos millones de personas que viven en la franja de Gaza, la gran mayoría refugiados y refugiadas de Palestina, sufren una brutalidad que no tiene precedentes en Gaza, ni en otros conflictos en todo el mundo.

Al menos 33.073 personas han sido asesinadas en la franja de Gaza desde el 7 de octubre. Alrededor del 70% son mujeres y niños. Y se calcula que más de 12.000 personas podrían seguir bajo los escombros. Además, 75.668 han resultado heridas.

Hasta 1,7 millones de personas, más del 75% de la población, se encuentra desplazada en toda la franja de Gaza, la mayoría en Rafah, al sur donde se ha creado una ciudad de tiendas de campaña. El conflicto ha causado una devastación sin precedentes, con graves consecuencias sociales y de salud mental para las mujeres, los jóvenes y las poblaciones vulnerables.

Nada ni nadie se ha salvado de los ataques israelíes.

La violencia ha dañado o destruido aproximadamente el 62% de todos los hogares en Gaza.

El 84% de las instalaciones sanitarias están destruidas o dañadas.

El 92% de las carreteras principales han sido dañadas o destruidas.

En total, se calcula que hay 26 millones de toneladas de escombros que se tardará años en limpiar.

UNA GUERRA CONTRA LA INFANCIA

Gaza es una trampa mortal para la infancia. EL 2% de la población infantil de Gaza ha sido asesinada (13.800) o herida desde el 7 de octubre y se estima que un millar de niños y niñas tienen una o dos de sus piernas amputadas.

Al menos 17.000 niños y niñas se enfrentan a esta situación solos porque han perdido a sus familias o están separados de ellas.

El 70% de los niños y niñas sufren estrés postraumático debido a la violencia y las graves pérdidas. Además, desde hace seis meses 625.000 niños en Gaza no van a la escuela debido al colapso del sistema educativo.

HAMBRUNA INMINENTE

La situación en Gaza se deteriora cada día por el hambre. 1,1 millones de personas en Gaza sufren niveles catastróficos de hambre y 31 personas han muerto por desnutrición y deshidratación, 27 de ellas eran niños y niñas.

En diciembre de 2023, el análisis de la inseguridad alimentaria aguda realizado por el IPC (Integrated Food Security Phase Classification) advertía del riesgo de que se diera una hambruna a finales de mayo de 2024 si no se producía un cese inmediato de las hostilidades y un acceso sostenido para la provisión de suministros y servicios esenciales a la población. Desde entonces, no se han cumplido las condiciones necesarias para prevenir la hambruna. La población del norte de Gaza se ha visto obligada a sobrevivir con un promedio de 245 calorías al día desde enero. Se cree que más de 300.000 personas siguen atrapadas allí, sin poder salir y sobreviviendo con menos del 12 por ciento de las necesidades calóricas diarias promedio. Las últimas pruebas confirman que la hambruna es inminente en las provincias del norte y se prevé que ocurra en cualquier momento entre mediados de marzo y mayo de 2024.

La hambruna es especialmente grave para 135.000 niños y niñas menores de 2 años. La situación se deteriora rápidamente en bebés lactantes, sobre todo los que se encuentran desplazados.

ATAQUES CONTRA LA AYUDA HUMANITARIA

Desde el 7 de octubre, al menos 180 trabajadores humanitarios han sido asesinados en Gaza. Esta cifra casi triplica el número de muertos registrado en un solo conflicto en un  año.

La gran mayoría, un total de 177 eran trabajadores y trabajadoras de UNRWA en Gaza. El mayor número de trabajadores humanitarios de las Naciones Unidas muertos en un conflicto en la historia de la organización.

Los ataques también han afectado a convoyes de ayuda humanitaria, en al menos tres ocasiones, los convoyes de UNRWA que iban a entregar ayuda han sido atacados, a almacenes de ayuda humanitaria y a otras instalaciones y refugios de UNRWA.

Se han registrado 352 ataques directos o indirectos a las instalaciones de UNRWA y a las personas que se refugiaban en ellas. Al menos 409 personas desplazadas internas que se refugiaban han sido asesinadas y 1.409 han resultado heridas en estos ataques.

El número de camiones de ayuda humanitaria que se ha permitido entrar en Gaza desde octubre no supera ningún mes el promedio diario de 200 camiones. Una cifra muy por debajo de la capacidad operativa de ambos cruces fronterizos y del objetivo de 500 camiones por día, que es lo que se estima que necesita la población.

Recientemente Israel anunció que no permitiría la entrada de camiones de UNRWA al norte, donde el acceso ya estaba muy limitado y donde el peligro de hambruna crece cada hora que pasa.

El personal e infraestructura sanitaria tampoco se ha librado de los ataques. Ahora mismo sólo 10 hospitales están parcialmente operativos en la franja de Gaza y el sistema sanitario no puede hacer frente al aumento de las necesidades, entre otras cosas debido al brote de enfermedades infecciosas.

RESPUESTA DE UNRWA

UNRWA es la organización humanitaria más grande de Gaza. Más de un millón de personas han buscado refugio en nuestras instalaciones. Nuestro personal ha seguido trabajando para prestar ayuda vital a pesar de los enormes riesgos. Desde el 7 de octubre, más de 1,8 millones de personas, o el 85% de la población, han recibido harina de UNRWA. Además UNRWA ha distribuido 20 millones de unidades de latas de carne, queso, alubias, galletas energéticas, atún, etc. y 23 millones de litros de agua, ente otros.

Ocho de nuestros centros de salud siguen operativos y casi 770 miembros del personal sanitario siguen trabajando y brindan servicios de atención primaria a miles de personas diariamente. Además, hemos atendido cerca de 3,6 millones de consultas médicas y ofrecido refugio a cientos de miles de familias.

Nuestros equipos también trabajan para proporcionar productos básicos y atención psicosocial y han dado apoyo psicosocial a alrededor de 570.000 personas desplazadas, entre ellas más de 300.000 niños y niñas.

Para salvar vidas y evitar la hambruna es necesario un alto el fuego inmediato, que se permita la entrada sin obstáculos de la ayuda humanitaria, y que UNRWA, el principal proveedor de servicios vitales, acceda al norte sin más demora.