UNRWA DA LA ALARMA SOBRE LAS FAMILIAS DE SHEIKH JARRAH EN RIESGO DE DESALOJO FORZOSO
11.5.2021
de información
11.5.2021
UNRWA se une a otras entidades de la ONU para dar la voz de alarma sobre las ocho familias de Sheikh Jarrah, aproximadamente 75 personas en total, que residen en este barrio de Jerusalén Este y que corren el riesgo de ser desalojadas por la fuerza de forma inminente, con lo que corren un mayor riesgo de traslado forzoso.
Estas familias refugiadas de Palestina perdieron tanto sus hogares originales como sus medios de subsistencia como consecuencia del conflicto de 1948. En 1956, tras su desplazamiento, estas familias refugiadas se trasladaron a Sheikh Jarrah con el apoyo del gobierno jordano y la ayuda material de UNRWA. Han residido en estos hogares durante casi setenta años. Ahora corren el riesgo de ser desplazados por segunda vez en su vida.
El riesgo de desalojo forzoso para estas ocho familias de Sheikh Jarrah y para otros palestinos de Jerusalén Este ha aumentado recientemente tras una sentencia judicial israelí a favor de la organización de colonos Nahalat Shimon, que reclama la propiedad de las tierras antes de la creación del Estado de Israel. El Tribunal Supremo israelí ha aplazado su decisión sobre los desalojos previstos.
La situación en Sheikh Jarrah no es un incidente aislado. Según la información de dominio público facilitada por OCHA, Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, casi mil palestinos y palestinas, de los cuales casi la mitad son menores, corren el riesgo de ser desalojados por la fuerza en todo Jerusalén Este. En muchos casos en Jerusalén Este, incluido Sheikh Jarrah, el desalojo forzoso de palestinos se produce en el contexto de la construcción y expansión de asentamientos israelíes, ilegales según el derecho internacional humanitario. Algunos de estos desalojos se basan en reclamaciones anteriores a 1948, mientras que a las personas refugiadas de Palestina se les prohíbe discriminatoriamente reclamar sus propiedades/casas perdidas en Jerusalén Oeste en 1948. Sin embargo, según el derecho internacional, una potencia ocupante no puede modificar la ley vigente al inicio de la ocupación. Las reclamaciones presentadas por las organizaciones de colonos israelíes tras la ocupación y anexión de Jerusalén Este por parte de Israel son cuestionables.
En el territorio Palestino ocupado se aplican obligaciones estrictas en cuanto a la prohibición de traslados forzosos y desalojos forzosos en virtud del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos. Los desalojos forzosos son uno de los principales factores que contribuyen a la creación de un entorno coercitivo que puede dejar sin otra opción a las personas o comunidades que irse, en contra de la prohibición de la transferencia forzosa.
UNRWA, por lo tanto, hace un llamamiento a las autoridades israelíes para que tomen todas las medidas necesarias para evitar los desalojos forzosos de estas ocho familias de refugiados y refugiadas de Palestina en Jerusalén Este y para que la dignidad, los derechos y las libertades de estas personas se mantengan en todo momento. UNRWA recuerda las autoridades israelíes deben garantizar el respeto a la igualdad de la población palestina y protegerlos de la incitación y el discurso de odio. UNRWA se une a los llamamientos de la ONU para que Israel respete la libertad de expresión y de reunión, incluida la de aquellos que protestan contra los desalojos, y para que ejerza la máxima moderación en el uso de la fuerza al tiempo que garantiza la seguridad en Jerusalén Este.
En 1948, 700.000 palestinos fueron despojados de sus tierras, sus hogares y de sus recuerdos, convirtiéndose en refugiados. Hoy son 6 millones, casi la cuarta parte de los refugiados del mundo.
Después de más de 70 años de exilio y condición apátrida, en los que las condiciones de las personas refugiadas de Palestina lejos de mejorar se han agravado, UNRWA gestiona 58 campamentos de refugiados donde presta asistencia, protección y defensa a 6 millones de refugiados de Palestina en la franja de Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano, y Siria, en espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
UNRWA se financia casi en su totalidad por las contribuciones voluntarias y el apoyo financiero no ha ido a la par con una mayor demanda de servicios causados por el creciente número de refugiados registrados, la profundización de la pobreza, y los conflictos. Como resultado, el Fondo General de la Agencia, que apoya a los servicios esenciales básicos y la mayoría de los gastos de personal, opera con un déficit grande. Programas de emergencia y proyectos clave también operan con grandes deficits pero se financian a través de portales de financiación independientes.
UNRWA es un organismo de las Naciones Unidas establecido por la Asamblea General en 1949 y el mandato de prestar asistencia y protección a unos 5 millones de refugiados de Palestina registrados en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza, para que alcancen su pleno potencial de desarrollo humano en espera de una solución justa a su difícil situación. Los servicios de UNRWA abarcan la educación, la salud, socorro y servicios sociales, la infraestructura y mejora de los campamentos, y las microfinanzas.
UNRWA España trabaja con el objetivo de apoyar los programas humanitarios de UNRWA y sensibilizar sobre la situación de la población refugiada de Palestina a la sociedad española.