5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina siguen esperando una solución

Este viernes 29 de noviembre se conmemora el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Un día para poner foco sobre los 5 millones de personas refugiadas de Palestina que siguen esperando una solución justa y definitiva a su situación.

La población refugiada de Palestina tiene el triste récord de ser el grupo de población que durante más tiempo ha permanecido como refugiados. Llevan más de 70 años desplazados en Siria, Líbano, Jordania, Cisjordania y Gaza. En gran parte de estas áreas donde opera UNRWA, las condiciones humanitarias son graves y críticas.

Los refugiados palestinos están profundamente marcados por los conflictos, exacerbados por la falta de progreso político, los anuncios sobre los asentamientos israelíes y las presiones sobre la financiación y las operaciones de UNRWA. Existe un sentimiento abrumador de crisis existencial.

Este año la conmemoración de este día coincide con el fin del plazo estimado por Naciones Unidas para que Gaza se convierta en un lugar inhabitable. Según un informe de la ONU, Gaza será inhabitable en tan solo un mes, en 2020. Sin embargo, la población de Gaza, entre ellos 1,4 millones de personas refugiadas de Palestina, ya sobrevive en condiciones inhumanas.

A falta de poco más de un mes para 2020, la situación en Gaza es insostenible.
Los 2 millones de habitantes de Gaza dependen casi totalmente de la asistencia humanitaria, principalmente de la ayuda alimentaria. Las razones son claras: la economía de Gaza se ha derrumbado bajo el peso del bloqueo, el conflicto y el aislamiento político.  Tiene la tasa de desempleo más alta del mundo con diferencia. Más del 50% vive en la pobreza. Según la OMS, el sistema de salud pública está a punto de colapsar. Las necesidades de los refugiados siguen aumentando: desde el año 2000, el porcentaje de personas que necesitan nuestra ayuda alimentaria se ha multiplicado por más de diez.
En los últimos días, se ha producido además un recrudecimiento de la violencia, con consecuencias trágicas, como vimos cuando nueve miembros de una familia de Gaza murieron en un ataque aéreo israelí contra Deir El-Balah.  Es un recordatorio de lo frágil que es la situación.

La población refugiada de Palestina desplazada en otras zonas también se enfrenta a desafíos. El devastador conflicto de Siria ha arrasado a todas las comunidades en el país. Los refugiados de Palestina en Siria han quedado profundamente traumatizados. Alrededor del 60% de los refugiados de Palestina tuvieron que desplazarse internamente y muchos otros huyeron del país. Muchas de sus casas, pequeñas empresas y otros activos han sido destruidos desde 2011 y pocos tienen los medios para reconstruirlos. En este entorno devastado por la guerra, el personal de UNRWA ha trabajado día tras día. Han desafiado la violencia para enseñar, proporcionar atención médica y distribuir alimentos a los refugiados en un estado de inseguridad aguda.

La situación en Cisjordania, es igualmente desafiante. Millones de palestinos están privados de sus derechos y entre ellos hay cerca de un millón de refugiados de Palestina. Las restricciones de movimiento a menudo limitan el acceso regular a necesidades vitales, incluidos los trabajos, la propiedad y la familia.

Seguimos preocupados por las crisis de protección que enfrentan los refugiados en Cisjordania. Los muertos y heridos resultantes de las acciones del ejército israelí han aumentado en el último año. También hay un aumento en las demoliciones y el desplazamiento en Cisjordania y en Jerusalén Este. Estamos ayudando a las familias afectadas, pero el apoyo político para proteger a las comunidades bajo la amenaza de demolición o desplazamiento es de vital importancia.

Líbano se enfrenta a una de las crisis políticas y económicas más graves de la historia reciente, que afecta especialmente a los más vulnerables en la sociedad libanesa, la población refugiada de Palestina.

Incluso en Jordania, donde las personas refugiadas de Palestina, están comparativamente más seguros seguimos preocupados por la dignidad de los más vulnerables.

70 años de exilio y condición apátrida
En 1948, 750.000 palestinos fueron despojados de sus tierras, sus hogares y de sus recuerdos, convirtiéndose en refugiados. La población refugiada de Palestina sigue esperando con anhelo el regreso a sus hogares y el reconocimiento de su trágica historia. Una espera interminable dado que Israel ni reconoce su estatus, ni permite su retorno y además mantiene militarmente ocupado el territorio palestino. Esta ocupación que incumple el Derecho Internacional Humanitario e impide una resolución pacífica del conflicto, vulnera sistemáticamente los derechos de la población, afecta a sus vidas y a sus medios de subsistencia, les condena a la pobreza crónica, al sufrimiento y al desplazamiento forzado.