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UNRWA España - Actualidad sobre los refugiados de Palestina - Pierre Krähenbühl: “debemos aprender de la joven Batoul”

Pierre Krähenbühl: “debemos aprender de la joven Batoul”

Discurso de Pierre Krähenbühl, Comisionado General de UNRWA:

Desde los campamentos de refugiados en zonas de conflicto en Oriente Medio, llegan historias ejemplares de valentía y determinación que todos debemos escuchar y aprender.

Batoul, de 14 años y refugiada de Palestina, ha conocido el conflicto y la guerra durante gran parte de su vida. Durante su huida de Siria, su padre y hermano fueron asesinados. Cuando la conocí en el campamento de Ein El-Helweh, en Líbano, me conmovió más allá de lo que puedo explicar. A pesar del trauma, fue la alumna de mejor rendimiento en su escuela. En medio de la tragedia preservó la dignidad y sacó energía de la desesperación: “la educación es lo que me da esperanza”, dijo.

Batoul es un ejemplo de hasta qué punto los palestinos, con su valor para el aprendizaje y el desarrollo de sus habilidades, a pesar de todo, tratan de reconstruir sus vidas después de tanto perdido.

Mientras se celebra la Cumbre Humanitaria Mundial en Estambul, hay muchas lecciones que los líderes y participantes pueden extraer de la historia de Batoul. Nada es más importante que darle una nueva oportunidad a la acción política de cara a la resolución de los conflictos armados. Nada va a marcar una diferencia mayor para los refugiados de Palestina y para Batoul – por no hablar de otros millones de civiles – que lograr soluciones políticas para poner fin a su difícil situación.

La experiencia de Batoul también pone de relieve el inmenso valor de invertir en la humanidad. La cumbre hará hincapié en la importancia de no dejar a nadie atrás: se necesitará un trabajo muy duro para asegurar que todos los niños se den cuenta de su derecho a la educación, incluso en contextos de conflicto y crisis.

Como los trabajadores en terreno, todos somos muy conscientes de la enormidad del desafío. UNRWA proporciona educación a 500.000 niños y niñas en 692 escuelas de Palestina, Jordania, Líbano y Siria. La historia de Batoul es también la historia de los psicólogos, maestros y directores de escuela.

Tengo el más profundo respeto por su determinación y dedicación. Operan en algunos de los entornos más difíciles que uno puede imaginar y nosotros en UNRWA hemos perdido demasiados colegas en los últimos años: 16 en Siria desde el inicio del conflicto, con 28 desaparecidos más otros 11 compañeros en Gaza (durante la guerra de 2014).

En la Cumbre de Estambul, la Agencia está presentando un nuevo informe cuyas conclusiones son profundamente perturbadoras. Nuestro estudio, “Escuelas en la línea de fuego“, revela que el 44% de las 692 escuelas de UNRWA en Oriente Medio (302) han sido afectadas directamente por el conflicto y la violencia en los últimos cinco años.

En Siria, al menos el 70% de las 118 escuelas de la Agencia ha tenido cortes operativos en alguna etapa de la guerra, ya sea porque se han visto afectadas por la violencia o porque las hemos utilizado como centros para albergar los desplazados.

Nuestro informe es igualmente negativo respecto al impacto del conflicto en nuestras escuelas en el territorio Palestino ocupado. 83 edificios escolares fueron dañados durante el conflicto de Gaza de 2014. 90 fueron utilizados como refugios de emergencia designados para casi 300.000 palestinos desplazados, entre ellos 150.000 niños. Seis de estos edificios fueron alcanzados por proyectiles de artillería, causando muertes y lesiones. Grupos armados almacenaron armas en otras tres escuelas.

En Cisjordania, la entrega de servicios de educación tras casi medio siglo de ocupación israelí, se ha enfrentado a retos cada vez mayores en un contexto marcado por las operaciones de las fuerzas de seguridad israelíes, incluyendo el uso frecuente de gases lacrimógenos, retrasos a los estudiantes en los puestos de control o el cierre de escuelas. Esto se ha incrementado con el recrudecimiento de la violencia desde el pasado octubre. Me uno al Secretario General en la condena de los ataques a todos los civiles.

En cuanto a Líbano, los brotes periódicos de violencia han obligado a 36 escuelas de UNRWA a suspender las clases durante un máximo de una semana en diferentes ocasiones. Más del 50% de todas las escuelas del país han sido afectadas en un momento u otro.

Sin embargo, seguimos trabajando. En Siria todavía estamos en condiciones de ofrecer clases diarias para alrededor de 45.000 estudiantes, muchos de los cuales logran resultados superiores al promedio nacional. A través de nuestra “Educación en situaciones de emergencia”, con su innovador programa, ofrecemos clases a más de 50.000 niños en Siria, Líbano y Jordania, a través de programas de televisión y módulos interactivos de aprendizaje a distancia.

En Gaza, la mayoría de nuestras escuelas, que educan a un cuarto de millón de niños, volvieron a abrir a las pocas semanas del final de la guerra de 2014. Y como en Jordania, Líbano, Siria y Cisjordania, cientos de psicólogos psicosociales, específicamente entrenados para trabajar con niños profundamente traumatizados, siguieron trabajando para que los niños siguieran adelante con sus vidas.

En la Cumbre, destacaremos la importante inversión que UNRWA lleva a cabo en dignidad, en el desarrollo humano como medida de estabilidad para los refugiados de Palestina, que representan el 40% de los refugiados de todo el mundo.

Las actividades de desarrollo y ayuda en emergencias, que se espera sea uno de los grandes temas en la Cumbre, van de la mano en UNRWA. Nuestros maestros se convierten en administradores de los campamentos en tiempos de crisis y después vuelven a ser maestros. La combinación de ayuda, servicios sociales, salud y educación, permite a la Agencia mirar a la joven Batoul no sólo como una víctima de la injusticia y la violencia, sino como actriz protagonista de su propio destino.

En la cumbre, vamos a unirnos a iniciativas como la “Gran ganga” en la financiación humanitaria entre donantes y organizaciones humanitarias, en un esfuerzo colectivo para trabajar juntos de manera más eficiente y eficaz, y profundizar en una base de recursos para la acción humanitaria que incluya a los refugiados de Palestina. Se deben movilizar los medios necesarios para preservar y mejorar nuestra inversión en la educación de cientos de miles de niños refugiados de Palestina. Es su futuro y su humanidad lo que está en juego y, como el informe del Secretario General de Naciones Unidas nos recuerda, no hay más que “HUMANIDAD”.

Batoul ha demostrado el valor de actuar. Debemos actuar igualmente para ayudar que cientos de miles de estudiantes de UNRWA se den cuenta de que los sueños por los que están trabajando tan duro se mantengan con vida.

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