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UNRWA España - Actualidad sobre los refugiados de Palestina - No más miedo a la oscuridad en Jalazone

No más miedo a la oscuridad en Jalazone

Es extraordinario lo que la reforma de una escuela puede significar. Cuando les preguntas a las niñas de la escuela de UNRWA para chicas de Jalazone en Cisjordania lo que más les gusta de su nueva escuela, te dicen que «sus nuevos pupitres, los de antes eran basura». Pero si escarbas un poco más, descubres el cambio profundo que ha supuesto.

A las dos escuelas de UNRWA en el campamento de refugiados de Jalazone asistían casi 600 niños y más de 1.000 niñas. Eran unas de las escuelas más antiguas de Cisjordania, y antes de la renovación eran extremadamente frías y húmedas en invierno. Además, fueron construidas cuando la población refugiada era mucho menor y cuando se comenzó la renovación en 2011 estaban a punto de desbordarse.

El abarrotamiento hacía que la escuela para chicas tuviera un sistema de doble turno y que algunos estudiantes fueran a clase por la tarde-noche. «Uno de los cambios importantes que se han conseguido gracias a la nueva escuela es que ya no tenemos que preocuparnos de que la niñas vuelvan a casa por la noche. Se ha creado un entorno seguro para que los niños aprendan», explicó la directora de la escuela Sana Bayari.

Dunia, de 12 años, está de acuerdo: «Sufría al volver a casa después de las clases de la tarde. Solo se tardaba 10 minutos, así que el problema no era el tiempo; el problema era la lluvia y el frío. Daba miedo, sobretodo cuando tenía que volver a casa después de la puesta de sol».

UNRWA ha reformado la escuela y añadido 31 clases nuevas, un laboratiorio, aseos, sala de juegos, cantina. El espacio extra no solo ha acabado con el turno doble sino que además a hecho que el entorno educativo sea más dinámico y activo para que los niños puedan disfrutar más. La antigua escuela no tenía laboratorio, ni sala de ordenadores, ni biblioteca. La nueva escuelas si que tiene, «los alumnos no solo escuchan sino que pueden usar todos sus sentidos», dijo Bayari. «Las chicas pueden ahora desarrollarse más. Mi propia hija viene a casa y me dice «estoy orgullosa de haber hecho algocon el ordenador hoy», les da más confianza.

Arien, de 14 años, está muy ilusionada con las nuevas instalaciones: «Mis padres me sacaron de la escuela por el turno de tarde. Al terminar tarde no tenía tiempo para estudiar y mis resultados no eran tan buenos. Ahora con las nuevas aulas como la sala de ordenadores y la sala de economía donde tenemos clases de cocina, es divertido e interesante».

La escasez de tiempo debido al sistema de doble turno ha obligado a quitar algunas clases del plan de estudios. Ahora esas clases se han vuelto a introducir y se han incluido clases de deporte y otras actividades enriquecedoras. Como estudiante de la escuela, Maryam dice: «Me gustan las clases de arte, que también habían sido canceladas. Es agradable tener espacio y tiempo para el arte. Es mucho mejor que ir con prisa prisa prisa para terminar el plan de estudios».

Los maestros también dicen que los alumnos estudian mejor por la mañana. La profesora de primaria Hana Mater dice que a menudo, los estudiantes en el turno de noche ya han usado toda su energía por la mañana. «Imaginaos cómo es comenzar la escuela a las 12:00, la mitad del día ya se ha ido. Algunos estudiantes venían cansados y no podían concentrarse. Por lo tanto, tenían notas bajas. En invierno, hubo un alto índice de ausencias porque las familias no quieren enviar a sus hijas a la escuela debido al mal tiempo, o el miedo a que vuelvan a casa por la noche. No se sienten seguros, especialmente los alumnos de primero y segundo grado. A veces, 15 de mis 35 estudiantes no asistían a clase. El invierno pasado, con la nueva escuela, hubo cero ausencias».

La mejora en el ambiente educativo tiene efectos tangibles. En los exámenes de árabe anuales realizados por el Ministerio de Educación el año pasado, las chicas de la escuela de Jalazone obtuvieron una tasa de éxito del 90%, en comparación con sólo el 20-30% del año anterior, antes de la apertura de la nueva escuela. Bayari atribuye este éxito al mejor entorno de aprendizaje, además de las nuevas clases de recuperación, que han sido posibles gracias a la disponibilidad de aulas. Otros beneficios son la disminución de la violencia entre los estudiantes, que los maestros atribuyen a que hay un ambiente de aprendizaje más feliz. Además, ni un solo estudiante ha abandonado la escuela desde la apertura de la nueva escuela.

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