“No hay infraestructura en Khan Younis, está completamente destrozada”
24.05.2024La ofensiva militar israelí sigue avanzando en Rafah. Desde que se intensificaron los ataques en la zona, cerca de 815.000 personas se han visto obligadas a trasladarse a otros lugares de la franja de Gaza. La mayor parte de ellas, han sido obligadas a desplazarse en varias ocasiones, hasta cuatro o cinco veces.
La mayoría de los refugios de UNRWA en Rafah han sido desalojados y las personas que se encontraban en ellos se están trasladando a Khan Younis o Deir al-Balah.
Las personas desplazadas tratan de buscar asistencia a través de UNRWA en las nuevas ubicaciones. En concreto, casi 150.000 se han registrado para recibir servicios esenciales de la Agencia en Khan Younis en los últimos días.
Pero Khan Younis no es un lugar seguro para la población. En la zona, no hay apenas artículos ni servicios esenciales y la infraestructura está destruida. Muchas personas están intentando refugiarse y sobrevivir en nuestras instalaciones, pero la mayoría están dañadas o destruidas y no están preparadas para albergar a personas.
El sufrimiento es inmenso tras varios desplazamientos forzosos. “Huimos de Khan Younis a Rafah. Y tras la amenaza del ejército israelí volvimos otra vez a Khan Younis”, explica un hombre desplazado que intenta sobrevivir con su familia.
“No hay infraestructura en Khan Younis, está completamente destrozada. No hay agua, electricidad, ni servicios”. Muchas familias, como la de este hombre, se están instalando entre los escombros de los edificios y sin apenas recursos.
Una de las mayores preocupaciones es la falta de agua. “Las personas hacen cola durante horas. Caminamos dos o tres kilómetros para llenar los bidones y ni siquiera son suficientes para una familia”, asegura. La escasez de este recurso se agravará conforme lleguen los meses de más calor.
La situación es desesperante, pero la realidad es que la población no tiene otro sitio al que huir. Porque en Gaza no queda ningún lugar al que ir.
Nuestros equipos en Khan Younis siguen trabajando para brindar servicios de saneamiento, de recogida de residuos y agua potable. Pero las dificultades son inmensas y cada día llegan más personas desplazadas a la zona desde Rafah.
Necesitamos más acceso seguro, continuado y sin obstáculos a suministros para poder responder a tantas necesidades. La vida de la población depende de ello.