Uno de cada tres menores en Gaza requiere apoyo psicosocial por traumas relacionados con la violencia

La vida en la franja de Gaza está marcada por conflictos frecuentes y el bloqueo impuesto por Israel. Para los niños y niñas refugiados de Palestina que viven allí. Los retos diarios a los que se enfrentan dañan su salud mental y la de sus familiares.

“Cuando llegué por primera vez a esta escuela, noté que las estudiantes estaban haciendo fila para ver a su asesor escolar para consultas. Estas niñas y adolescentes no solo se enfrentan a los desafíos típicos de la adolescencia, sino que también sufren las duras condiciones de vivir en la Franja”, explica Safa Ahmed, una de las asesoras psicosociales de la escuela preparatoria de niñas A&C de Zaitoun.

Las adolescentes bajo el cuidado de Safa han experimentado múltiples rondas de conflictos bélicos, a pesar de su corta edad. Aproximadamente uno de cada tres menores en Gaza requiere apoyo psicológico debido a un trauma relacionado con la violencia. Su día a día, está lleno de pérdidas de personas queridas, de miedo y de destrucción que provocan profundos traumas.

Debido a la falta de recursos, la recuperación suele ser un camino largo. “Alrededor de 1.000 de las 1.500 alumnas de nuestra escuela requieren apoyo psicológico. Estamos aquí para ayudar”, enfatiza Safa.

Alaa Moharam también es asesora psicosocial y se encarga de llevar a cabo sesiones de educación sobre habilidades para afrontar diferentes situaciones y brinda consulta a estudiantes. Para ella, construir una conexión con las niñas y animarlas a abrirse es uno de los primeros pasos para apoyarlas. “Cuando comencé a trabajar aquí, me di cuenta de que las estudiantes eran reservadas y dudaban a la hora de expresar sus sentimientos. Esto provocó una pérdida de identidad y socavó su potencial en estas circunstancias tan complicadas”, explica.

“Con la ayuda de mi compañera Safa y de nuestro supervisor estamos implementando varias iniciativas para aumentar la autoestima de las estudiantes, ayudarlas a descubrir su potencial y alentarlas a expresar sus sentimientos”, asegura Alaa.

Las profesionales como Safa y Alaa ofrecen sesiones de educación en habilidades para la vida, por medio de actividades recreativas, dirigidas a todos los niños y niñas refugiados de Palestina que lo necesiten. También, ofrecen consultas con las madres y padres y, en muchas ocasiones, también con el profesorado.

Para UNRWA, la salud mental de los niños y niñas refugiados de Palestina es un pilar fundamental. La Agencia está comprometida a proporcionar los recursos necesarios para que sus escuelas ofrezcan servicios esenciales de asesoramiento, apoyo psicosocial y de salud mental para ayudar a los estudiantes a hacer frente a las numerosas crisis que enfrentan.

Para proporcionar consultas y asesoramiento de calidad, UNRWA incluye el contrato de asistentes como Safa Ahmed y Alaa Moharam, quienes trabajan a diario y centran sus sesiones para asegurar el bienestar de los menores, sus familias y profesorado.

En lo que va de 2023, UNRWA ha contratado a 568 asistentes psicosociales. El objetivo es que haya dos profesionales de esta rama por escuela en Gaza para hacer frente al creciente número de jóvenes con necesidad de atención psicológica.