¿Cómo sobrevivir al cáncer en mitad del infierno de Gaza?
20.11.2024Feras, de 19 años, podría ser un joven que luchó contra el cáncer de médula ósea durante cinco años y sobrevivió. Pero la violencia en Gaza destrozó su entusiasmo por la vida y la ilusión de su madre.
“Descubrimos la enfermedad de Feras cuando tenía 12 años. Era fuerte y logró superar las etapas más difíciles de la enfermedad. Incluso había programado un trasplante de médula ósea para octubre de 2023, después de que supiéramos que su hermano Osama era compatible”, cuenta su madre, Um Feras.
Um Feras tiene 43 años y podría haber tenido una vida muy distinta con su familia. Quizá podría haber celebrado la curación de Feras y los éxitos de Osama en la escuela secundaria, pero los ataques israelíes les robaron todos esos momentos. “Osama murió en un ataque en nuestro barrio y la salud de Feras se ha deteriorado”, explica.
La familia vivía en el norte de la franja de Gaza, pero se vieron obligados a abandonar su hogar hasta en 11 ocasiones. Se encontraban en Deir al-Balah cuando su refugio fue bombardeado. Feras, su madre y su hermano menor fueron los únicos supervivientes.
La madre ha sufrido lo inimaginable. Vio a sus hijos gritar bajos los escombros y no pudo salvarlos. Más tarde encontró sus cuerpos destrozados en el hospital. “Incluso mi hija, que se había desplazado a Khan Younis, resultó herida allí. Parecía que la muerte perseguía a mis hijos dondequiera que fueran”, se lamenta.
Sin embargo, sacó fuerzas para seguir cuidando a su hijo enfermo. Su recuperación fue el hilo de esperanza que la mantuvo firme. Cuando fue al centro de salud de UNRWA en Deir al-Balah se sintió acompañada y rodeada de profesionales que hacían todo lo posible por su hijo. “Le conté todo al doctor Mohammed […] Me escuchó, no solo como médico, sino como ser humano. Finalmente sentí que había esperanza para que Feras sobreviviera”, asegura.
A pesar de las dificultades y de los escasos suministros médicos, los equipos sanitarios de UNRWA lograron traer dosis de quimioterapia desde el norte de Gaza para atender a pacientes de cáncer que se habían desplazado al sur.
“Gracias a los esfuerzos de UNRWA, mi hijo y otros niños que habían sido privados de tratamiento tuvieron la oportunidad de sobrevivir”. Aun así, Feras y muchas otras personas pacientes de cáncer tienen dificultades para recibir el tratamiento completo que tanto necesitan. Tienen que esperar a que les suministren analgésicos, inmunoterapia o cuidados paliativos.
La violencia en Gaza no es la única amenaza para la vida de casi dos millones de personas. Las enfermedades y la falta de suministros médicos también están costando vidas.
UNRWA sigue brindando atención médica. A pesar de los daños en las instalaciones, la falta de suministros y la inseguridad, los equipos médicos siguen trabajando para atender a la población y es uno de los principales actores del sector sanitario en Gaza.