ESTAMOS CON LAS PERSONAS REFUGIADAS DE PALESTINA EN ESTA CRISIS. El coronavirus ha dejado en evidencia lo necesario que es refugiarse en un hogar, disponer de agua potable o tener un sistema sanitario fuerte. El COVID19 no entiende de fronteras, etnias o religiones, pero no todo el mundo se puede enfrentar a el de la misma manera.
Los refugiados y refugiadas de Palestina se enfrentan a una pandemia en campamentos de refugiados hacinados como en Líbano o Jordania donde la distancia social es un lujo, sin agua potable en Gaza para lavarse las manos, con falta de infraestructura médica en Siria a causa de nueve años en guerra y con la falta de libertad de movimiento para poder acceder a ciertos servicios en Cisjordania.
Además, en Gaza, tras más de una década de bloqueo, se enfrentan a la pandemia con escasez de suministros médicos y un sistema de salud colapsado. Es necesario el levantamiento del bloqueo para hacer frente a la pandemia, que se puede convertir en el mayor desastre humanitario de la historia de la franja de Gaza. Firma para exigir el fin del bloqueo.
Durante estos meses, hemos estado trabajando muy duro para evitar contagios de coronavirus en los campamentos de refugiados. Hemos repartido las cestas de alimentos casa por casa a las personas más vulnerables, las medicinas a los enfermos y enfermas crónicos que pertenecen a grupos de riesgo, abierto líneas telefónicas para consultas y apoyo psicológico y garantizando el derecho a la educación a través de nuestros recursos online.
Las 144 clínicas de UNRWA siguen en pleno funcionamiento y continúan brindando servicios esenciales, que hoy son más cruciales que nunca para contener y abordar la propagación de la pandemia.