El campo de Jaramana, de 30 mil metros cuadrados y situado a 8 kilómetros de Damasco, fue creado en 1948 para atender a la población que tuvo que huir de Palestina. Su capacidad se incrementó considerablemente tras el conflicto árabe- israelí de 1967 debido a una nueva oleada de refugiados.
En los años 90 UNRWA construyó un Centro de Programas dirigido a la población refugiada femenina, con el apoyo del Gobierno de Finlandia. Este centro está especializado en la educación pre-escolar de los niños y niñas, así como en el trabajo con la población discapacitada. Gran parte de la población del campo trabaja en cercanas plantas industriales o como vendedores ambulantes.
La prioridad inmediata para la UNRWA en este campo es establecer ayuda sanitaria adicional y construir nuevas escuelas.
El mayor problema de campo está en la demolición de los refugios que está llevando a cabo el Gobierno para construir una autopista hasta Jaramana.
Esta situación afecta también a las instalaciones de UNRWA: partes del Centro Comunitario, el centro de salud, la oficina de saneamientos, la nueva red alcantarillado, los proyectos de desarrollo urbano y las escuelas han sido desalojadas.
Un gran número de familias refugiadas han sido desplazadas hacia el nuevo complejo de casa construido por el gobierno en al-Husseineh o a los refugios en los alrededores de los pueblos y los campos.
Muchos de los refugiados son vendedores callejeros, mientras otros tantos trabajan en las plantas industriales que hay en la zona. Algunos de los refugiados han encontrado trabajo en sectores no regulados como la recogida de basuras para su reciclado. La mayoría de las mujeres son realizan labores domésticas en Damasco para completar los ingresos familiares.
