Vivir bajo ocupación en Cisjordania
21.10.2022La ocupación militar israelí sobre Palestina dura ya 55 años.
Más de 2,3 millones de refugiados y refugiadas de Palestina en Gaza y Cisjordania viven sujetos a restricciones extremas de libertad de movimiento, lo que afecta a el acceso a su escuela, su empleo, sus tierras agrícolas y a servicios de salud. Una situación que incluso les impide ver a amigos y familiares.
En concreto en Cisjordania, vivir bajo ocupación significa que, durante las incursiones israelíes en los campamentos de refugiados, la población palestina sea víctima de disparos directos o indirectos de gas lacrimógeno, granadas aturdidoras, balas recubiertas de goma, intimidación de militares, restricciones de movimiento que impiden que los estudiantes lleguen a sus clases y presencia de colonos israelíes en las escuelas. Son víctimas de acoso, intimidación y violencia.
Desde principios de año, 105 palestinos, incluidos 26 niños, han sido asesinados por las fuerzas israelíes. El año 2022 ha sido el más mortífero desde 2006. El promedio mensual de muertes palestinas ha aumentado en un 57% en comparación con el año pasado.
Esta violencia a la que está sometida la población palestina se traduce también en la ejecución de demoliciones ilegales de hogares y pertenencias palestinas. En lo que va de año 694 estructuras palestinas han sido demolidas y 831 personas han sido desplazadas de sus casas.
El traslado forzoso de las familias palestinas ocasionado por Israel también representa una infracción grave de la ley internacional.
La ocupación tiene un impacto devastador que alcanza todos los aspectos de la vida de las personas palestinas. Recordemos que como potencia ocupante, Israel tiene la responsabilidad de proteger a la población palestina de la violencia, tanto la ejercida por su propio ejército como de sus colonos, e investigar cualquier ataque o violación de sus derechos.