UNRWA consigue mantener activos sus servicios sanitarios en Siria

Según un nuevo informe publicado esta semana, los servicios de salud de UNRWA en Siria han respondido con flexibilidad e inventiva ante la destrucción sin precedentes y las restricciones que sufren los beneficiarios. En su informe anual, el Departamento de Salud de UNRWA señala que más de la mitad de sus centros de salud en Siria han sido destruidos o no están funcionales. Para hacer frente a esta situación, la Agencia estableció diez puntos de atención sanitaria e intensificó sus servicios en las clínicas que siguen en funcionamiento.

Durante la presentación del informe en Ginebra, el Dr. Akihiro Seita, Director de Salud de UNRWA, dijo: “Ha sido un gran reto pero hemos sido capaces de responder a una situación devastadora. Hemos establecido ocho puntos de atención sanitaria en Damasco y dos en Alepo, lo que nos ha permitido continuar con las consultas desesperadamente necesarias, a pesar de que más del 50% de nuestras veintitrés clínicas han sido destruidas o se han vuelto no funcionales”.  A continuación explicó que “al trasladar la atención sanitaria fuera de ciertas áreas y de las clínicas establecidas, UNRWA ha podido responder a las restricciones de movimiento que sufren los beneficiarios afectados. Hasta la fecha, hemos vacunado a 23.583 niños contra la polio”.

“El contexto en el que prestamos nuestros servicios de salud, educación, socorro y sociales, en Siria, nunca ha sido tan grave”, dijo el portavoz de la UNRWA Chris Gunness. “Nos enfrentamos a retos sin precedentes, pero nos negamos a rendirnos y continuaremos encontrando formas de apoyar y servir a los refugiados de Palestina. Con las clínicas destruidas o inaccesibles, nuestros beneficiarios sufren miedo y desesperación constantes, al igual que nuestros 3.000 empleados en Siria. Pero no vamos a ceder ante la desesperación”.

La situación sanitaria a la que se enfrentan 18.000 civiles en el campo de refugiados de Palestina de Yarmouk, en Damasco, sigue deteriorándose. Los tres centros de atención primaria de salud de UNRWA en el campamento no están en funcionamiento. Hay una grave inseguridad alimentaria y escasez de medicamentos esenciales. En los últimos cuatro meses, la distribución de alimentos de UNRWA ha cubierto tan solo un 25% de las necesidades alimenticias básicas, lo que aumenta los riesgos para la salud. Pero a pesar de los enormes riesgos e interrupciones constantes,  UNRWA ha logrado entregar miles de paquetes de alimentos que se necesitan desesperadamente en el interior de Yarmouk.

El conflicto de Siria ha desplazado a más de un cuarto de millón de refugiados de Palestina dentro de Siria. Muchos se enfrentan a múltiples desplazamientos y necesita asistencia humanitaria urgente. Más de 50.000 han buscado refugio en el Líbano y más de 10.000 en Jordania.

“El personal de UNRWA siguen actuando de manera heroica en todas las áreas, especialmente en Siria, proporcionando servicios y adaptándose a las amenazas y desafíos emergentes”, dijo el Dr. Seita. “La crisis prolongada de más de seis décadas ha dado lugar a déficits de salud significativos, alimentación, vivienda, educación y medios de subsistencia. Los determinantes sociales de la salud crónicamente bajos y han llevado la salud física, mental y social de una generación de refugiados palestinos a un punto crítico”.

Informe Anual de Salud de UNRWA

UNRWA ha sido el principal proveedor de atención primaria de salud para los refugiados de Palestina desde hace más de seis décadas. El informe pone de relieve el perfil demográfico y de salud cambiante de los refugiados. Ha habido notables progresos en la reducción de muertes y enfermedades tales como la tuberculosis, muertes relacionadas con el embarazo y muertes infantiles por sarampión y meningitis. La esperanza de vida es cada vez mayor, pero las poblaciones que envejecen sufren de estilos de vida sedentarios y la pandemia mundial de enfermedades no transmisibles, como la diabetes y la hipertensión. El informe describe las reformas de salud en curso iniciadas por la UNRWA para hacer frente a la creciente carga de este tipo de enfermedades.