Una oportunidad para jugar en medio del conflicto

“Me gusta el columpio azul y me encanta sentir el aire en mi cara cuando me columpio en él”, dice Mara Samour, de seis años, mientras disfruta en el área de juego recién instalada en el Refugio Colectivo Haifa de UNRWA en Damasco. Este es uno de los 13 nuevos parques infantiles que UNRWA ha instalado en escuelas y refugios colectivos en Damasco, Homs, Hama y Latakia, en Siria. Mara y su familia se vieron obligados a huir de intensos combates en Yarmouk, dejaron su casa y sus pertenencias y se refugiaron en un refugio colectivo de UNRWA. La familia se encuentran entre los 270.000 refugiados de Palestina desplazados por el conflicto en curso.

Los parques infantiles proporcionan a Mara y otros 18.500 estudiantes refugiados de Palestina un lugar seguro para jugar. Su ubicación cerca de los refugios colectivos de UNRWA los convierten en uno de los pocos lugares al que los padres se sienten cómodos de que sus hijos vayan.

Con la generosa financiación del Instrumento de la Unión Europea para contribuir a la paz y la estabilidad (ICSP), UNRWA puede responder a las necesidades de educación de emergencia de decenas de miles de estudiantes refugiados de Palestina en toda Siria. La Agencia ofrece actividades de apoyo y actividades psicosociales recreativas, como campos de juego, para ayudar a los niños a lidiar con el trauma. El programa de UNRWA Educación en Emergencias también ofrece opciones alternativas para el aprendizaje de los estudiantes que no pueden tener acceso a clases, incluyendo materiales de autoaprendizaje, recursos en línea, clases a través de UNRWA TV y la creación de espacios de aprendizaje seguros dentro de Siria.

Al proporcionar un lugar seguro para que los estudiantes socialicen, los parques infantiles ayudan a preservar el bienestar de algunos de los niños más vulnerables en Siria. “La zona de juegos es realmente importante para mí, porque cuando juego en ella, me olvido de las malas situaciones que estamos atravesando. Me hace sentir que soy un ser humano”, dice Hamzeh Obaid de 12 años. Mohammad Musa de 11 años añade, “este lugar es limpio, hermoso y colorido y hay diferentes tipos de juegos. Estoy muy contento por tener una manera de escapar del aburrimiento y encontrar un lugar seguro para jugar con mis amigos”.