Un futuro más dulce: Apoyo al cultivo sostenible de fresas en Gaza
27.02.2023En el corazón de Gaza, el cultivo de fresas se hace de una forma única: desde arriba, colgando.
Este método de cultivo es innovador y se conoce como agricultura vertical. Ofrece toda una serie de ventajas a las agricultoras y agricultores locales. A pesar de las severas limitaciones de espacio y recursos, la agricultura vertical permite optimizar los rendimientos de las explotaciones a la vez que preservan recursos tan valiosos como el agua y la superficie de la tierra.
Este estilo de cultivo ha transformado la industria agrícola al proporcionar una forma más eficiente de producir fresas de alta calidad. Durante las diferentes fases de la cultivación, se emplea tierra artificial como sustituto del suelo. Esta tierra ha demostrado ser una alternativa más adecuada y que permite cultivar un producto de más calidad durante todo el año.
Walaa Abed Almen’m es una ingeniera agrícola que tiene su propia explotación de fresas basado en la nueva técnica. Como parte de sus funciones, Walaa supervisa el trabajo de un equipo de agricultoras que trabajan en la explotación gracias al Programa de Creación de Empleo de UNRWA.
Walaa cuenta con una gran trayectoria profesional. Empezó su carrera en UNRWA, tras graduarse en la Escuela de Formación de Gaza. A través del JCP, Walaa recibió una oferta de trabajo en una explotación de fresas gestionada por la UNRWA. Allí adquirió valiosos conocimientos y experiencia en el cultivo y la comercialización de la fresa. Pero después de un tiempo, tomó la valiente decisión de crear su propia explotación basada en la agricultura vertical.
Desde que emprendió su nuevo negocio, Walaa ha ido perfeccionando sus conocimientos e incorporando métodos modernos a sus cultivos. El resultado de tanto trabajo y esfuerzo es la impresionante explotación que posee en la actualidad.
Las agricultoras de fresas también son grandes beneficiarias de estas nuevas técnicas vanguardistas. La recolección de fresas es a menudo la única fuente de ingresos para muchas mujeres y es la vía que tienen para cubrir necesidades básicas como medicamentos o ropa para sus familias.
Proyectos como el de Walaa y el avance en la investigación de nuevas técnicas de cultivo tienen un gran impacto humanitario. Muchas mujeres refugiadas consiguen una nueva vía de ingresos para mantener a sus familias y mejorar su calidad de vida.