Su educación y sus escuelas son inviolables

Llega septiembre y muchos preparamos la vuelta al cole. Los tramites administrativos, la compra de libros y la COVID-19 son algunas de las preocupaciones que rondan en las cabezas de las madres y padres estos días. 

En las zonas donde trabajamos, también nuestras alumnas y alumnos están volviendo al cole o ya lo han hecho, y aunque algunas de las preocupaciones de los padres probablemente sean similares, allí se enfrentan a otras muchas debido a la violencia a la que se ven expuestos sus hijos e hijas. Una amenaza que ningún menor debería tener que sufrir.

En Cisjordania, las preocupaciones pasan por el recorrido que sus hijos tendrán que realizar todos los días para llegar al colegio, y que en muchas zonas, incluye pasar por delante de soldados, atravesar puestos de control militar o zonas cercanas a asentamientos de colonos israelíes. Mientras, en Gaza y en Siria, la amenaza que supone el conflicto armado se hace tangible con demasiada frecuencia.

En lo que va de año, 12 niños y niñas han sido asesinados en Cisjordania y 584 han resultado heridos, y en Gaza, tan solo durante la ofensiva de mayo 68 menores fueron asesinados y 685 heridos. Nuestras escuelas, que deberían ser lugares seguros, también se han visto afectadas por esta violencia. Recientemente dos de ellas han sufrido daños por el conflicto en Siria, y en Gaza, 89 se vieron afectadas durante la ofensiva.

Desde UNRWA trabajamos sin descanso para asegurarnos de que se repararan lo antes posible y pudieran volver a acoger a nuestros alumnos y alumnas pero a pesar de los esfuerzos, y como consecuencia del nivel de destrucción que se produjo, dos instalaciones en Gaza están todavía en proceso de reparación y no han podido abrir sus puertas para el nuevo año escolar.

Tras un año en el que el acceso a la educación se ha visto dificultado por la pandemia, nuestras más de 700 escuelas abren sus puertas para garantizar el derecho a la educación de la infancia refugiada de Palestina. Los niños y niñas a tienen derecho un entorno seguro para aprender. Su educación y sus escuelas son inviolables.

Por eso, esta vuelta al cole queremos exigir que se protejan las instalaciones educativas para que sigan siendo un refugio seguro en el que los menores puedan aprender y construir su futuro. Un lugar donde sentirse seguros y libres de la tensión del conflicto armado y la violencia. El derecho a la educación debe ser protegido en todo momento. Te pedimos que te sumes y reivindiques una vuelta al cole segura.