“Solo soy un niño, no sé nada de política”
09.09.2019Hatem tiene 15 años y ha vivido tres conflictos armados. Con tan solo cuatro años vivió su primer conflicto, el segundo a los ocho y el tercero a los diez años. Las escenas de destrucción aún lo persiguen mientras duerme.
Sin embargo, Hatem siempre ha sacado fuerzas frente adversidad de su entorno. Ha estudiado muy duro en las escuelas de UNRWA. Cuando vives en una zona de conflicto o bajo la ocupación y el bloqueo, las escuelas no solo son un lugar de aprendizaje y de diversión, también se convierten en un lugar seguro. Son la única esperanza.
La destrucción y la violencia no han dejado de estar a su alrededor, pero Hatem no quiere ser una víctima ni vivir con el peso de no haber podido hacer nada por su comunidad. Está orgulloso y quiere dar a conocer la situación de la Franja en positivo.
“Cuando las personas piensan en Gaza, piensan siempre en negativo. Piensan en una sociedad que está constantemente bajo presión, con falta de libertad, sin agua ni electricidad”, dice Hatem. “Quiero que la gente sepa que Gaza es más que eso. Y que los niños como yo no quieren ser vistos como víctimas. Si bien no elegí vivir bajo el conflicto y bloqueo, elegí estudiar mucho todos los días y convertirme en un joven líder”.
A lo largo de su corta vida, Hatem ha recurrido a las escuelas de UNRWA en busca de una sensación de seguridad y esperanza. Se ha convertido en un líder entre sus compañeros y compañeras y utiliza sus dotes de oratoria para hablar sobre el derecho a la educación de todos los niños y niñas.
“La educación de UNRWA me ha enseñado sobre la responsabilidad que tenemos de hacer del mundo un lugar mejor. Me ha ayudado a ser una mejor persona”, declaró Hatem hablando en la sede de Naciones Unidas.
Para los niños y niñas refugiados de Palestina la educación es el símbolo de la esperanza y del futuro. Así, Hatem defendía que “la educación de UNRWA es como el oxígeno, nos mantiene vivos”.
Ahora, el mayor temor de Hatem es que el mundo se olvide de Gaza y que continúe viviendo aislado.