Sin ningún lugar a dónde ir, refugiados de Siria llegan a Gaza

Este año, en el Día Mundial de los Refugiados, UNRWA llama la atención sobre las historias de los refugiados en sus cinco zonas de operaciones este año. Esta historia cuenta la situación de una familia de refugiados de Palestina forzados a huir del conflicto en Siria y encontrar refugio en Gaza donde el actual bloqueo, entre otros factores, complican la vida de los palestinos que viven en la región.

tres generaciones de desplazados

Desde el estallido de la violencia en Siria, aproximadamente 200 familias de refugiados de Palestina han llegado a la franja de Gaza. La mayoría son descendientes de aquellos que se vieron obligados a abandonar sus ciudades y poblados de Gaza en 1948, y se convirtieron en desplazados por segunda vez después de la guerra árabe-israelí de 1967.

Varias décadas más tarde, estas familias vuelven a verse desposeídas por tercera vez y tienen que huir de Siria a Gaza para buscar cierta seguridad, aunque la mejora que pueden encontrar aquí sea insignificante.

UNWRA interviene

A pesar del déficit presupuestario, el compromiso de UNRWA es la asistencia de estos refugiados. Por ello la Agencia proporciona a los refugiados de Palestina procedentes de Siria la misma asistencia que a cualquier otra familia de refugiados de Gaza, proporcionándoles apoyo en materias de educación, salud, y socorro y servicios sociales.

Muchas familias también han recibido artículos no alimentarios de emergencia como mantas, colchones, y cubiertas de plástico. Además, los refugiados de Palestina de Siria están siendo evaluados actualmente para estudiar su elegibilidad para recibir asistencia alimentaria, ya que esta ayuda se basa en el nivel de pobreza, y para un refugio provisional dirigido a refugiados de Palestina de Siria.

Samir, de 47 años, ha huido recientemente de Siria a Gaza con su familia. Cuenta cómo a pesar de que sus condiciones de vida en la franja de Gaza son extremadamente difíciles por cuestiones económicas, la historia de su padre le enseñó el significado de resiliencia. El padre de Samir fue originalmente desplazado en 1948 del poblado Wadi Hasa, en las afueras de la ciudad Beersheva, que a día de hoy se pertenece a Israel. “Él fue a Gaza, luego a Jordania, más tarde, en 1970, nos dejó en Siria y se trasladó a Líbano donde vivió una época. Después fue a Yemen y finalmente a Gaza, donde falleció”, relata Samir.

“Estoy luchando para que nos alcance el dinero a pesar de las difíciles circunstancias en Gaza. Me ha sorprendido el alto coste de la vida y la carencia de empleos aquí”, dice Samir, una de los casi 1.000 personas sin acompañantes registradas por UNWRA en la franja de Gaza tras huir de la violencia en Siria en buscar de refugio.

Huyendo de Siria

Las obligaciones financieras forzaron Samir a abandonar sus estudios y convertirse en camionero. Desafortunadamente, perdió su trabajo a raíz de la inestabilidad en Siria. La situación extremadamente insegura para el futuro de su familia les forzaron a huir hasta Gaza. “Tengo que pagar 650 NIS (aproximadamente 138 Euros) para alquilar una casa en el campamento de refugiados de Jabalia, pero difícilmente ingreso NIS 800 (unos 168 Euros) en mi trabajo provisional en el Ministerio de Sanidad”, explica Samir. Él representa un problema con el que se encuentran muchos otros refugiados de Palestina que llegados desde Siria en la actualidad viven en Gaza. De hecho, debido al alto coste de la vida, la familia de Samir se ha trasladado varias veces desde que llegaron inicialmente a Gaza.

La historia de Samir pone cara a un conflicto en el que los civiles, víctimas inocentes de los enfrentamientos, están soportando la parte más difícil: ya son decenas de miles los asesinados y millones desplazados. Samir recibe cupones de alimentos que UNRWA proporciona a todas las personas con un alto índice de pobreza en Gaza, además de otros servicios básicos de UNRWA. A pesar de la situación que viven él y su familia, los descendientes de Samir representan una esperanza que únicamente la juventud puede proporcionar. “Mis hijos se emocionaron al saber que iban a ver Gaza”. A pesar de las difíciles condiciones de vida en la Franja y la violencia a la que la familia sobrevivió en Siria, la esposa de Samir habla con esperanza: “Estábamos ansiosos de regresar a Palestina. Cuando  llegué a Gaza, me sentí muy contenta y me dije a mí misma que esta es la tierra de mis padres y abuelos. Palestina es mi hogar”.