RISAS E ILUSIÓN PARA LA INFANCIA REFUGIADA DE PALESTINA
28.05.2014
Payasos sin Fronteras y UNRWA han unido esfuerzos para llevar a la infancia refugiada de Palestina en Cisjordania actividades lúdicas e infantiles, ayudándoles así a hacer frente a un día a día marcado por la ocupación militar de la zona y los episodios de violencia que marcan sus vidas a diario.
Desde el 19 de mayo y hasta el 3 de junio, un equipo de cuatro artistas profesionales voluntarios de Payasos sin Fronteras formado por Javier Ariza, Beatriz Garrido, Enrique Méndez y Rubén Río han viajado a territorio Palestino ocupado para llevar a cabo una gira de espectáculos de circo y payasos para los niños y niñas refugiados de Palestina. La gira, que se realizará en comunidades beduinas y campamentos de refugiados de Palestina, constará de 2 y 3 actuaciones diarias y se prevé alcanzar a 5.000 niños y niñas refugiados.
LA INFANCIA EN CISJORDANIA
En los cerca de 5.500 kilómetros cuadrados que abarca Cisjordania viven, bajo un régimen de ocupación militar, 2,65 millones de personas. La población refugiada registrada en Cisjordania asciende, a cerca de 875.000 personas, conformando el 30% de la población total de Cisjordania.
Por su condición de refugiada, esta población es una de las más vulnerables al conflicto. Las políticas y prácticas israelíes asociadas al conflicto y la ocupación están llevando a una fragmentación continuada en el territorio Palestino ocupado (tPo), minando cualquier iniciativa de paz y de estabilidad en la región. La violencia sistemática en el tPo produce altos índices de ansiedad entre la población e inestabilidad social. En Cisjordania son habituales la violencia y las incursiones en los campos de refugiados por las fuerzas de seguridad israelíes, así como los ataques de los colonos a la población palestina. La política de ocupación israelí lleva a la destrucción de las propiedades palestinas, a la falta de acceso a las tierras de cultivo y a la confiscación de terrenos para la construcción de asentamientos.
La población refugiada en esta área se enfrenta a una crisis prolongada con profundas consecuencias humanitarias, culturales, sociales, económicas, políticas y civiles. La violación de sus derechos es una constante, incluyendo la apropiación y confiscación continua de tierra, la demolición de sus hogares e infraestructuras y de sus medios de vida, el desplazamiento forzoso, la restricción integral y sistemática a su libertad de movimiento y la violencia.
La Convención sobre los Derechos del Niño y sus carencias en el tPo
Los niveles recientes de violencia en la zona, junto con la división del territorio, están causando dificultades sin precedentes para las familias. Los médicos informan de síntomas agudos de estrés entre los niños y los padres son cada vez más incapaces de satisfacer las necesidades básicas de sus hijos, incluidas la protección contra la escalada de violencia y la pobreza. En medio de esta volatilidad y miseria, los niños tienen poco que esperar y mucho que temer. Los derechos que señala la Convención de los Derechos del Niño son demasiado a menudo violados dentro del tPo.
Durante un período de más de 60 años, los campamentos temporales se han convertidoen entornos de vida compleja, algunos de los cuales se encuentran entre los entornos urbanos más densos del mundo. Edificios de varios pisos, callejones estrechos, caracterizados por una alta concentración de pobreza y hacinamiento extremos, congestionados y pobres, son espacios asociados a la discriminación estructural. Los habitantes deberían vivir con dignidad, con espacios donde los niños y niñas puedan jugar y desarrollar actividades. Sin embargo, los niños y niñas han de vivir en campamentos súperpoblados, con falta de espacio, sin parques y áreas de juego, donde los niños puedan derrollarse como tales; careciendo así del disfrute del Derecho al esparcimiento, el juego y actividades culturales.
Devolver a la infancia refugiada de Palestina su infancia
La risa, la comicidad universal, el humor blanco… Son las herramientas de Payasos Sin Fronteras a través de las cuales combate las situaciones de tristeza, abatimiento, ansiedad y angustia que sufre la infancia refugiada. La risa ayuda a fortalecer las capacidades de resiliencia de la infancia que sufre, y muestra mensajes positivos que permiten conformar una visión diferente de la cotidianidad que les rodea. Cuando aparecen la risa y el juego de los Payasos sin Fronteras, el espacio del campo de refugiados donde se desarrolla la actuación se transforma en ágora de juego y divertimento, en lugar de intercambio intergeneracional entre pequeños y grandes donde lo único que importa es relajarse y disfrutar delespectáculo.
Desde la fundación de Payasos Sin Fronteras en 1993, son multitud las ocasiones enque la colaboración con la UNRWA ha permitido acercar la risa y el juego de los Payasos Sin Fronteras a miles de niños y niñas palestinos refugiados en Cisjordania, Gaza, Jordania, Siria y Líbano.
Desde 1993, Payasos Sin Fronteras ha realizado más de 50 expediciones a Palestina,tanto a Cisjordania como a Gaza. En total, desde su fundación, Payasos Sin Fronteras junto a sus socios de otros 11 países han realizado 730 expediciones de las que han nacido 10.800 actuaciones de circo y payaso para más de 3’6 millones de niños y niñas de 101 países.
