“Nuestras vidas han sido arruinadas” 

De pie, sobre los escombros de su casa, Rashad al-Sayed, refugiado de Palestina de Gaza, lamenta cada momento en que trabajó para ahorrar el dinero que le permitió comprar su apartamento: “Pensamos que estábamos seguros aquí. Nunca imaginé perder la casa por la que trabajé toda mi vida. Hubo una explosión muy cerca mientras dormíamos. No pudimos correr”. 

Rashad y su familia perdieron su hogar durante las hostilidades de mayo de 2021 en Gaza. La explosión también hirió a todos los miembros de su familia y dejó a su hijo Ahmad, de 24 años, tetrapléjico cuando el techo del apartamento se derrumbó sobre sus cabezas. 

La familia quedó traumatizada y tuvo que comenzar un nuevo capítulo de vida sin hogar ni futuro. 

“Me quedé ciego hace 15 años y he estado esperando que mis hijos se graduaran en la escuela y trabajaran para ayudarme. Acababa de finalizar todos los pagos del apartamento y tan solo un mes antes de que comenzaran las hostilidades había empezado un trabajo nuevo. Nuestras vidas han sido arruinadas”, dice Rashad.

Tras la destrucción del apartamento, la familia tuvo que trasladarse y ahora vive en una casa alquilada y recibe la asistencia en efectivo de UNRWA que le ayuda con los pagos.  

Después de las hostilidades de mayo, un total de 701 hogares (3595 personas) en Gaza requirieron apoyo de alojamiento transitorio, que se otorga en forma de subvenciones en efectivo, para cubrir sus necesidades inmediatas de alojamiento. Cada familia recibió un pago único en efectivo de 2.000 dólares, destinado a cubrir los costes del alquiler durante seis meses y algunas necesidades domésticas inmediatas. 

Las familias que recibieron esta ayuda fueron aquellas identificadas cuyos alojamientos sufrieron daños graves o totales durante la escalada. Se estableció un sistema para que las familias afectadas presentaran sus solicitudes. UNRWA se encargó de gestionar a las refugiadas de Palestina. 

UNRWA pudo responder a las necesidades de los refugiados y refugiadas de Palestina, entre otras cosas, gracias al Fondo Central de Respuesta a Emergencias de la ONU para la llamada urgente de emergencia: Hostilidades en Gaza y crecientes tensiones en Cisjordania. De esto, aproximadamente el 70% se destinó al apoyo de alojamiento transitorio. El resto a actividades extraescolares psicosociales y de salud mental y actividades de escuela de verano en Gaza. 

“Al menos hay algo que alivia la calamidad que vivimos. UNRWA paga los subsidios del alquiler. Esto es muy útil hasta que se reconstruya nuestra propia casa”, afirma Rashad.