“No sabemos cuándo acabará”: la angustia de Yarmouk

Yarmouk es una ilustración extrema del profundo y prolongado sufrimiento que soportan muchos refugiados de Palestina en Siria. Yarmouk fue una vez el bullicioso y próspero corazón de la comunidad palestina en Siria; el hogar de unos 160.000 refugiados de Palestina y cerca de un millón de sirios. Hoy en día, alrededor de 18.000 personas están atrapados en Yarmouk con acceso limitado a alimentos y agua. No hay electricidad, y la mayoría de la población civil no puede satisfacer sus necesidades esenciales como atención sanitaria, artículos para el hogar, una vivienda adecuada y calefacción. La desesperada situación humanitaria ha empeorado, ya que el aumento de los disparos de francotiradores, impactos de mortero y de la inseguridad han impedido a UNWRA la distribución de ayuda de emergencia.

Han pasado dos meses desde que UNRWA realizó su última distribución con éxito. Desde el 6 de diciembre de 2014, UNRWA ha entregado sólo 36 paquetes de alimentos. Para satisfacer las necesidades mínimas de alimentación de esta población extremadamente vulnerable, UNRWA necesita entregar 400 paquetes de alimentos cada día.

El 15 de enero, los refugiados de Palestina le dijeron a UNRWA que estaban comiendo una comida al día. Mahed describe sentimientos de impotencia. “Mis hijos se levantan por la mañana pidiendo un vaso de leche o un pedazo de pan. Yo sólo les puedo dar un rábano o verduras, y a veces ni siquiera eso”.

No ha habido un suministro estable de agua desde septiembre de 2014. Los residentes dependen de aguas subterráneas sin tratar. Compran agua potable cuando pueden, o hierven el agua de los pozos cuando las bombas tienen el combustible necesario para funcionar. Un padre dijo que sus hijos tienen diarrea. La Media Luna Roja Palestina informó recientemente de 104 casos de ictericia, lo que puede indicar la propagación de la hepatitis A.

La brutal tormenta de invierno Huda ha agravado el sufrimiento de los residentes, que viven en casas con las ventanas y puertas rotas. Desesperados por calentarse, la gente ha estado quemando ropa y muebles, liberando humos tóxicos perjudiciales. Raeda dijo que durante la tormenta “no había manera de calentar las casas y el agua también se congeló. Se hizo difícil para los niños de la escuela escribir, porque sus manos estaban demasiado frías”.

La lucha diaria para sobrevivir y los meses de trauma han erosionado sus esperanzas de futuro. Ahmed comentó: “No estamos afrontando, nos estamos adaptando. Esto afecta negativamente a nuestra salud, nuestras vidas, nuestros hijos y nuestro estado psicológico. Sentimos que estamos atravesando túneles interminables, y no sabemos cuándo va a terminar”.

Para detener el sufrimiento de los refugiados de Palestina, UNRWA pide el cese inmediato de las hostilidades armadas en los alrededores de Yarmouk, y que todas las partes actúen para promover la protección de los civiles y dar máxima prioridad a sus necesidades humanitarias.

Tú puedes ayudar a los refugiados de Palestina en Siria donando para la emergencia en Siria.