Mi profesora: señorita Laila, Cisjordania
27.02.2017No tuvimos la oportunidad de hablar con Laila por Skype y ver su rostro. Sin embargo, logramos llamarla en su teléfono móvil y hablar con ella durante media hora.
Le preguntamos: ¿Dónde encuentras fuerzas?
Suspiró y dijo: “Recuerdo a mi profesora en la escuela primaria. Su nombre era Laila, como el mío, y la solíamos llamar Srta. Laila. ¡Era una mujer tan intimidante! Todas las chicas de la escuela solían tener miedo de ella. Solía regañarnos si no terminábamos nuestra tarea o si no prestabamos suficiente atención en clase. La amabamos y la respetabamos. Si ella estuviera de pie frente a mí ahora, correría para abrazarla y decirle: “Te extraño, quiero volver a la escuela primaria y aprender más de ti”.
“Siempre inspiró a las chicas que enseñó a ser alguien influyente en el futuro. Desde que tuve mis hijas, siempre quise que fueran mujeres proactivas en la sociedad. Doy las gracias a la Srta. Laila por el sueño que llevé conmigo desde que nacieron y por la determinación de lograrlo. Yo fui capaz de educar a todas mis hijas por mi cuenta, y ahora son mujeres fuertes y exitosas. ¡Mis hijas son mi columna vertebral, son mi vida, y son como un soplo de aire fresco!”.
“Raghda es mi paloma; ella tiene una licenciatura en literatura inglesa y se está preparando para terminar su maestría en la Universidad de Birzeit. Rawan es mi ángel; ella estudió fotografía. Lara, la más joven, es mi leona; ella estudió cosmetología”.
Continuó: “Hace doce años, mi marido se enfermó bastante y murió. No me negué a aceptar esta realidad. Tomé trabajos ad hoc para poder sostener a mis hijas para que continuasen sus estudios. En 2006, solicité un puesto en la UNRWA y lo conseguí. La UNRWA es mi segunda casa ahora. Siempre me apoyan incondicionalmente, en particular el Sr. Mohammad Yacoub, Jefe Adjunto del Área. Él nos trata con equidad e igualdad. Nos recuerda que somos sus colegas y su familia, y que su puerta está siempre abierta para nosotros. Cada día que me despierto, doy gracias a Dios por esta bendición, me siento segura cuando voy trabajar”.