Medio millón de niños y niñas refugiadas de Palestina han regresado a las escuelas de UNRWA
23.09.2022Las escuelas de UNRWA son un refugio seguro para los menores en medio de crisis económicas cada vez más profundas, violencia y resurgimiento de conflictos.
Durante el mes de septiembre, más de 550.000 estudiantes refugiados y refugiadas de Palestina han regresado a las 706 escuelas de UNRWA en Siria, Jordania, Líbano, la franja de Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Este.
“Estamos encantados de dar la bienvenida a los niños a la escuela contra viento y marea y en medio de inmensos desafíos. Nuestras escuelas continúan siendo un refugio seguro lejos de la violencia y la profundización de la crisis económica. Los estándares y la calidad de la educación que ofrece UNRWA en las escuelas se encuentran entre los más altos de la región. La provisión de educación inclusiva, equitativa y de calidad por parte de la Agencia contribuye a la estabilidad social y política y proporciona habilidades y bienestar a los niños refugiados de Palestina”, comenta Marta Lorenzo, directora Interina de Educación de UNRWA.
Los menores refugiados y refugiadas de Palestina a menudo tienen que aprender en aulas superpobladas con más de 50 alumnos y alumnas en cada clase. La educación también se enfrenta al número insuficiente de maestros, la falta de espacio y la angustia psicológica.
En la franja de Gaza, 132 escuelas de UNRWA han estado expuestas a la violencia durante los últimos 10 años. El resurgimiento de los conflictos y la pobreza exponencial siguen siendo una amenaza para la educación y el bienestar del alumnado.
En los últimos 18 meses, se han registrado 38 incidentes relacionados con la violencia en las escuelas de UNRWA en Cisjordania, lo que ha dado lugar al cierre o evacuación de las instalaciones. Desde 2016, Cisjordania registra actualmente los niveles más altos de violencia contra civiles, entre ellos niños y niñas refugiados de Palestina.
En Líbano, en medio de la peor crisis económica de la historia reciente, el precio del transporte ha aumentado más de un 500%, lo que hace que para muchas familias sea casi imposible enviar a sus hijos a la escuela.
En Siria, muchos menores refugiados de Palestina se vieron obligados a huir durante los 11 años de crisis en curso.
En Jordania, el impacto de la pandemia ha sido soportado por los niños y niñas más vulnerables que no pudieron acceder al aprendizaje en remoto durante 18 meses mientras las escuelas estaban cerradas.
“La escuela es como un segundo hogar. Es el único lugar donde podemos divertirnos, aprender y encontrarnos con amigos”, comenta alegre por volver a la escuela Jana, una niña de 10 años del campamento de Arroub, al sur de Cisjordania y una de las 28.000 estudiantes que forma parte del Parlamento escolar de UNRWA.
“Para preparar a los niños en su papel como ciudadanos globales responsables que desarrollan todo su potencial y hacen contribuciones valiosas a sus comunidades, UNRWA ha enfatizado la importancia de la enseñanza de los valores de la ONU y los principios de resolución pacífica de conflictos, no discriminación, derechos humanos, tolerancia y buena ciudadanía. Estos valores se consideran un elemento esencial del sistema educativo de UNRWA”, agrega Lorenzo.
En línea con las tendencias globales hacia la transformación digital y la mejora de la accesibilidad y la conectividad, UNRWA se esfuerza por responder a las necesidades de los estudiantes mediante la introducción de la digitalización y la modernización. Recientemente lanzamos una estrategia para cerrar la brecha digital proporcionando tabletas a los niños, mayor acceso a Internet y habilidades de desarrollo de software para brindarles una ventaja competitiva necesaria para unirse a los mercados laborales locales, regionales y globales.
“Deseo a nuestros estudiantes, maestros y personal educativo un nuevo curso escolar exitoso y pacífico. UNRWA se compromete a proporcionar a los niños refugiados palestinos su derecho a una educación de calidad. Es la clave para un futuro más brillante y próspero”, concluye Lorenzo.