Más de 100.000 refugiados huyen de Yarmouk

El conflicto armado en Siria se ha recrudecido en la última semana, con especial intensidad en el campamento de refugiados de Yarmouk, el más grande de Oriente Medio. En este campamento, situado en las inmediaciones de Damasco, viven más de 150.000 refugiados de Palestina y se estima que cerca de 100.000 han huído como consecuencia de la violencia. UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina, observa con preocupación lo que allí ocurre y defiende una vez más la neutralidad de los 525.000 refugiados de Palestina en Siria y pide a las partes que no los impliquen en el conflicto.
Los informes hablan ya de al menos 150 muertos y un número cada vez mayor de desplazados, que están huyendo del campamento a pie o en vehículos. Estos mismos informes apuntan a que son muy pocas las personas que permanecen en Yarmouk y también se informa de que los grupos de oposición están saqueando casas y coches abandonados, entre ellos nueve vehículos de UNRWA.

En las inmediaciones de Yarmouk también se están produciendo importantes enfrentamientos y bombardeos -Hajar al Aswad, Tadhamon, Yalda y Qadam-, aunque las últimas informaciones aseguran que son de menor intensidad que en días anteriores. En las cercanías del campamento de Sbeineh persisten los ataques (si bien el campamento se mantiene en relativa calma), sin embargo, en los alrededores de QabrEssit y Camps Husseiniyeh se han intensificado.

Las instalaciones que UNRWA tiene en Yarmouk, Douma y Qaboun tuvieron que cerrarse ayer, mientras que en las de Sbeineh, Zeinab Sit, Husseiniyeh y Dannoun Khan solo trabaja el personal de la Agencia que vive en estos campamentos.

La situación en el resto del país

Las escuelas de UNRWA en Siria sirven de refugio para 5.271 desplazados internos (tanto refugiados de Palestina como sirios), cifra que duplica la que se registró hace tan solo unos días (2.631 personas).

Además de las amenazas para la integridad y seguridad de los refugiados de Palestina, los continuos cortes de electricidad y agua en los campamentos no hacen sino dificultar su supervivencia. La escasez de combustible es otra de las grandes preocupaciones de los refugiados y los precios extremadamente altos que tienen en el mercado negro. La Agencia está profundamente preocupada por esta situación ya que complican las condiciones de vida de los refugiados durante el frío del invierno.

UNRWA ha facilitado hasta el momento 200 paquetes familiares de víveres a los desplazados internos desde que estallaron los combates este fin de semana, 1.719 mantas y 6.000 colchones.

En Líbano, entre el domingo y el martes más de 3.000 refugiados de Palestina cruzaron la frontera. La Oficina de Campo de UNRWA en Líbano está distribuyendo kits de higiene, ropa de cama y cocina para ellos. Además, esta oficina ha recibido otros artículos no alimentarios de ACNUR y el CICR está suministrando 530 kits familiares (ropa de cama, higiene y utensilios de cocina).

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