Llamamiento urgente para evitar la suspensión de ayuda humanitaria en UNRWA

El Comisionado General de UNRWA, Philippe Lazzarini, ha anunciado que la Agencia no cuenta con fondos para poder hacer frente a los salarios de 28.000 empleados y empleadas de la Agencia este mes de noviembre. UNRWA necesita recaudar 70 millones de dólares antes de final del mes para hacer frente al pago completo de dichos salarios tanto en noviembre como en diciembre. 

“A pesar de todos nuestros esfuerzos por recaudar los recursos necesarios para mantener en funcionamiento nuestros programas humanitarios y de desarrollo, lamentablemente he tenido que informar a nuestro personal de que no disponemos de fondos suficientes en este momento para pagar sus salarios este mes”, dijo Lazzarini. “Si no se consigue financiación adicional en las próximas semanas, UNRWA se verá obligada a aplazar parte de los sueldos de todo el personal. Me entristece profundamente saber que están en peligro los salarios de nuestro valiente y resiliente personal sanitario que trabaja en primera línea, de nuestro personal de saneamiento, de asistencia social y nuestros maestros y maestras que trabajan para garantizar que la educación de los y las estudiantes continúe durante esta crisis sanitaria”. 

UNRWA es el principal organismo de la ONU responsable de brindar asistencia, educación y protección a millones de refugiados y refugiadas de Palestina que viven en Oriente Próximo. La pandemia global de COVID-19 solo ha exacerbado la inseguridad que muchas personas refugiadas vulnerables ya experimentan a diario. La Agencia está trabajando en primera línea, evaluando y tratando a los afectados y afectadas, manteniendo a los pacientes seguros en centros de cuarentena establecidos, implementando enfoques innovadores de telemedicina, participando en la entrega de medicamentos a domicilio y, lo más importante, educando a los niños y niñas, las familias, el personal y la comunidad sobre cómo protegerse. 

Durante los últimos cinco años, UNRWA se ha visto obligada a recortar 500 millones de dólares de su presupuesto, lo que ha implicado recortar al personal, detener las reparaciones e inversiones necesarias en infraestructura, aumentar el tamaño de las aulas a 50 estudiantes por clase y reducir la asistencia humanitaria vital en un momento de necesidad creciente. 

“El llamamiento a la comunidad internacional es de máxima urgencia”, prosiguió el Comisionado General de UNRWA. “Para garantizar que la Agencia pueda continuar con sus servicios y salvar vidas, es imperativo que los Estados Miembros de la ONU cumplan con su compromiso político con contribuciones suficientes y predecibles.  Así, UNRWA tendrá un flujo confiable de fondos para comprar suministros médicos y continuar luchando contra la pandemia de COVID-19 en los campamentos de refugiados, y prestar servicios sociales y de emergencias. Sin sus ingresos, el personal de UNRWA, la gran mayoría de los cuales son refugiados y refugiadas, verá desaparecer su fuente de sustento y es muy probable que caiga en la pobreza extrema”.