Los jóvenes refugiados de Palestina desarrollan nuevas habilidades para el mercado laboral de Siria
06.07.2015Mohammad Alloh, de 27 años, necesitaba un mejor salario para mantener a su familia en la conflictiva Siria. Para conseguir su objetivo asistió a dos cursos cortos ofrecidos por el proyecto ‘Juventud Comprometida’ (financiado por la UE), en el Centro de Formación de UNRWA en Damasco. Los cursos fueron diseñados para mejorar el mantenimiento del teléfono móvil y la tecnología. “He venido aquí para aprender diferentes habilidades y así acceder a mejores oportunidades de trabajo”, explica.
Mohammad es uno de los casi 500.000 refugiados de Palestina que viven el conflicto en Siria. Él, al igual que la mitad de los que han permanecido en el país, se ha desplazado en al menos una ocasión. Mohammad y su familia perdieron todo cuando huyeron de su casa hace tres años y ahora la economía devastada de Siria agrava las dificultades de su familia. Mohammad se dio cuenta de que el salario que ganaba como asistente en una tienda de accesorios móviles no era suficientes para satisfacer las necesidades de su familia. “Casi no podía permitirme el lujo de pagar el alquiler. Una familia con un solo ingreso no es suficiente”, comenta.
Para aumentar sus ingresos, Mohammad necesitaba desarrollar un conjunto de habilidades más valiosas. Los cursos para involucrar a los jóvenes en el mantenimiento y reparación de teléfonos móviles, así como la planificación de negocios, le dio las habilidades prácticas y técnicas que le faltaban y necesitaba. Además, recibió su propia caja de herramientas como parte del curso.
Equipado con sus nuevas habilidades y caja de herramientas, Mohammad negoció con un empresario un aumento de salario y así recibir una comisión extra por cada teléfono móvil que reparara. Ahora recibe entre 20.000-30.000 SYP (entre 95 a 142 euros) al mes. Mohammad está satisfecho con el resultado y dice que le gusta el trabajo, “me llevo bien con los clientes y también con los trabajadores”, dice.
Estos cursos para involucrar a jóvenes financiados con fondos comunitarios gestionados por UNRWA están diseñados para equipar a 33.000 jóvenes refugiados de Palestina con las habilidades para triunfar en el mercado laboral de Siria. La situación se ha vuelto cada vez más crítica dado el colapso de la economía siria, donde el desempleo se prevé en más del 60% este 2015. Los cursos a corto plazo abarcan una gama de profesiones: comercio y creatividad, tecnología de la información, diseño gráfico y de interiores, fontanería, electricidad y reparación de refrigeradores.
El sueño de Mohammad siempre ha sido ir a la universidad pero por ahora se centra en su carrera y en su familia. Mohammad es un ejemplo de cómo los jóvenes refugiados de Palestina son capaces de utilizar este ‘Juventud Comprometida’ como trampolín para la vida laboral y la autosuficiencia. “Quería estudiar traducción pero ahora tengo que trabajar y esperar hasta que tenga la oportunidad de alcanzar mi sueño”, finaliza.