Las mujeres de la franja de Gaza rompen barreras
26.09.2012
Elham, de 51 años, siempre ha estado comprometida con mejorar las vidas de las mujeres en la franja de Gaza. Como supervisora en el centro de mujeres en el campo de refugiados de Bureij, en la franja de Gaza, se ha ampliado la programación del centro para incluir las instalaciones físicas de salud, centros de computación, artes y manualidades, talleres y foros educativos.
“La iniciativa de UNRWA sobre género y el programa de socorro y servicios sociales nos ha permitido implementar una serie de actividades en nuestro centro, incluyendo las clases de alfabetización en árabe e inglés y las unidades de apoyo a la educación de las niñas”, explica Elham. “Hicimos que las actividades fuesen interesantes para las mujeres y las niñas de nuestra comunidad, que les animasen a quedarse y continuar aprendiendo”.
Sin embargo, Elham reconoce que muchas mujeres de la comunidad no acudían al centro. Las mujeres asumen gran parte de las responsabilidades del hogar y la familia y por ello todavía carecen de igualdad de participación en la vida pública. A Elham le preocupaba el impacto de esa desigualdad en su salud mental y bienestar. Además, como consecuencia de los crecientes niveles de violencia en el hogar a causa del desempleo y el hacinamiento en la franja de Gaza, muchas mujeres experimentan una profunda soledad.
Llegar a todas las mujeres de la comunidad
“Sabía que las mujeres de mi comunidad necesitan oportunidades para socializarse y apoyarse las unas a las otras, pero no todas iban a venir al centro”, dice Elham. “Propusimos una red de apoyo de mujer a mujer. La respuesta de las mujeres que consultamos fue genial, y un grupo de ellas se comprometió a establecer la red “.
Juntas se dedicaron a proporcionar distintos tipos de apoyo a las mujeres en la franja de Gaza, con el objetivo final de romper el aislamiento y mejorar la conexión de las mujeres en la comunidad.
“Empezamos visitando a las mujeres en todas partes -desde sus casas al hospital- para decirles que estábamos para todo lo que quisieran”, comenta Elham. La red se destina a proporcionar apoyo a las mujeres en la comunidad, pero también crea oportunidades para que las mujeres que crearon este proyecto tengan la oportunidad de compartir y mejorar sus habilidades.
Samira, de 40 años, es una de las mujeres de esta red. Se mudó a Gaza desde Cisjordania y se encontraba sola en su nueva comunidad, con pocos familiares a los que poder recurrir en caso de necesidad. “Cuando mi hija estaba enferma en el hospital, las mujeres de la red de apoyo nos visitaron para hacernos saber que no estábamos solas”, explica Samira. “Era exactamente el tipo de apoyo que necesitaban para superar esos momentos difíciles, y las relaciones se mantienen hasta hoy”.
El éxito de esta iniciativa ha impulsado a UNRWA a plantear que otros centros de mujeres de Gaza promuevan este tipo de redes de apoyo de mujeres.
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