La incertidumbre laboral de una generación marcada por la guerra  

Cuando Ridha tenía 6 años comenzó la guerra en Siria. Ahora, con 17, ha encontrado una pasión que le mantiene entretenido y focalizado en el futuro. Ridha es refugiado de Palestina residente de Damasco y quiere convertir su pasión por la soldadura en la forma de mantener a su familia, en un país en el que la guerra y la pobreza nunca cesan.  

Los 11 años de conflicto en Siria y la crisis humanitaria han impactado de forma devastadora en los refugiados y refugiadas de Siria y Palestina por igual. Los recursos financieros de miles de familias se han agotado por el aumento de los precios de los bienes y servicios. Muchos luchan por sobrevivir en medio de la dureza del desplazamiento; agravado por las limitadas oportunidades de empleo. Al igual que la población siria, las vidas de los jóvenes refugiados y refugiadas de Palestina han cambiado durante la última década. Sin embargo, la determinación y esperanza de un futuro mejor hacen que no abandonen sus metas.   

Cuando Ridha se enteró de que UNRWA proporcionaba clases de soldadura profesional en el Centro de Capacitación Técnica y Vocacional de Damasco, se registró de inmediato. “Vine aquí para aprender nuevas habilidades para poder acceder al mercado laboral”, explica Ridha que se inscribió en el curso de dos años de la Agencia. “Estoy muy feliz de haber elegido este campo. Realmente disfruto de este tipo de trabajo. Es gratificante ver piezas de metal transformadas en un artículo o producto que puedes usar”, añadió Ridha que confía en la empleabilidad de soldadores expertos. 

En UNRWA contamos con cinco centros de formación técnica y profesional en toda Siria, ofreciendo cursos que instruyen a 8.000 jóvenes con habilidades concretas. Se trata de oportunidades que abren puertas.  

Lina Awad, directora interina de estos centros, explica que los jóvenes refugiados de Palestina son la columna vertebral y el futuro de sus comunidades. “UNRWA se esfuerza en empoderarlos a través del programa de capacitación vocacional y técnica, ayudándoles a encontrar trabajo a nivel local y más allá“. 

El 82% de la población refugiada de Palestina en Siria vive con menos de 1,90$ al día y el 95% necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. En UNRWA trabajamos para que las comunidades más vulnerables tengan una salida. La educación es una de ellas. Con tu apoyo podremos seguir ayudando a personas como Ridha y sus familias a las que la guerra y la pobreza les han dejado en una situación totalmente desesperante.