La “Gran Marcha del Retorno” en Gaza, un año después
29.03.2019La llamada Gran Marcha del Retorno comenzó el 30 de marzo de 2018 -conocida como “Día de la Tierra de Palestina”- cuando entre 40.000 y 50.000 hombres, mujeres y niños palestinos, la gran mayoría de ellos manifestantes pacíficos, tomaron la valla perimetral que separa Gaza de Israel, en protesta popular, para exigir el fin del bloqueo israelí y el derecho al retorno de los refugiados.
Impacto en los refugiados y refugiadas de Palestina
“Esta es una situación completamente subestimada por el mundo. Más personas resultaron heridas en 10 días de manifestaciones, en su mayoría pacíficas, que durante los 50 días de una guerra total en 2014. Esto debería haber generado reacciones mucho más sólidas”. Dijo el Comisionado General, Pierre Krähenbühl el pasado 27 de junio.
La respuesta de la Fuerzas Armadas Israelíes a la Gran Marcha del Retorno ha resultado el mayor número de heridos desde las hostilidades en Gaza en el verano de 2014 y ha llevado al colapso del sistema de salud. Aunque UNRWA no ha podido registrar el número de refugiados y refugiadas de Palestina muertos y heridos durante las manifestaciones, ha documentado la muerte de 13 estudiantes de escuela de UNRWA y ha tratado a 2.729 pacientes por lesiones en sus 22 instalaciones de atención primaria.
En octubre y noviembre de 2018, el personal UNRWA llevó a cabo una serie de entrevistas con jóvenes que habían sufrido lesiones graves con discapacidad permanente. Descubrieron que sus discapacidades físicas estaban acompañadas de dificultades psicosociales significativas. Muchos de los entrevistados reflejaron que, con la pérdida de la función física, sentían que habían pasado de ser un activo para su familia – alguien que podía ayudar a mantener a los demás – a convertirse en una carga.
El 10% de los casos que involucran a niños y niñas han sido clasificados como “graves” y han requerido hospitalización. El 80% de todos los niños tratados por la Agencia sufrieron heridas de bala. Esta es la misma proporción de heridos que en el caso de los adultos heridos de bala, lo que subraya que los niños no se han librado en modo alguno de los tipos de violencia más peligrosos y perjudiciales durante las manifestaciones.
La Investigación de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, encargada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ha proporcionado detalles escalofriantes sobre los contextos en los que niños y niñas han sido asesinados y heridos; niños y niñas que jugaban, bailaban, observaban a las multitudes, ondeaban banderas, repartían sándwiches, ayudaban a las personas afectadas por los gases lacrimógenos y cantaban eslóganes. La Comisión llegó a la conclusión de que las Fuerzas Armadas Israelíes habían utilizado la fuerza letal contra niños que no representaban una amenaza inminente para los soldados y que en varios casos había motivos razonables para creer que los francotiradores israelíes habían disparado intencionadamente contra niños.
Impacto psicosocial
Además del impacto físico, la violencia relacionada con la Gran Marcha del Retorno también ha tenido un efecto significativo en el bienestar psicosocial y de la salud mental de los refugiados palestinos en Gaza, en particular para aquellos que han sido testigos de la violencia y para las familias que han sufrido víctimas como resultado de ella.
Setenta y tres pacientes han sido diagnosticados con enfermedades mentales graves y dos pacientes han sido tratados por intento de suicidio después de sufrir lesiones. Además de los asesores de las clínicas de salud de UNRWA, los 276 asesores escolares de la Agencia han tenido que hacer frente a las repercusiones psicosociales que la violencia ha tenido en los niños en edad escolar, y les han proporcionado asesoramiento individual y en grupo.
Efectos sobre la educación
UNRWA tiene 274 escuelas en Gaza con 278.938 alumnos (143.973 niños y 134.965 niñas). Los directores de las escuelas de UNRWA han registrado la muerte de 13 estudiantes y 227 estudiantes heridos (algunos tenían tan sólo 7 años de edad). La mayoría de los estudiantes han faltado por lo menos dos semanas a la escuela como resultado de sus lesiones, y algunos estudiantes requieren ausencias mucho más largas (hasta 65 días escolares en un caso).
Los profesores han expresado su preocupación por su capacidad para ayudar a los estudiantes heridos a mantenerse al día con sus estudios durante sus ausencias y apoyar su regreso a la escuela una vez que se hayan recuperado. A algunos miembros del personal les preocupa que una ausencia prolongada de la escuela, junto con el estrés adicional y los cambios en la vida que resultan de una lesión, puedan ser el detonante para abandonar la escuela por completo.
Impacto en los servicios de UNRWA
“La consecuencia directa del número de heridos y la naturaleza de las heridas ha llevado al sistema de atención de salud de Gaza a un punto crítico”. Comisionado general Pierre Krähenbühl.
Los servicios de salud se esfuerzan hasta el punto de crisis
El sistema de salud de Gaza ya está sometido a una enorme presión como resultado de años de bloqueo israelí y de hostilidades recurrentes. Aunque las clínicas de UNRWA no están equipados para llevar a cabo procedimientos quirúrgicos de emergencia para las lesiones causadas por el uso de munición real, en vista de la abrumadora demanda y la falta de capacidad del Ministerio de Salud, las clínicas de la agencia han recibido y administrado algún tipo de tratamiento a los pacientes que normalmente deberían ser tratados en los hospitales. El 64% de todas las lesiones tratadas en las clínicas de salud de UNRWA han sido clasificadas como “moderadas o graves”, muchas de las cuales, en circunstancias normales, habrían sido remitidas a hospitales.
El tratamiento de los pacientes lesionados en la Gran Marcha del Retorno requiere consultas más largas y frecuentes, lo que afecta a la prestación de servicios en los centros de salud, ya de por sí muy concurridos.
Las clínicas de UNRWA también han visto escasez de suministros médicos, como material para vendajes: el 40% de los casos del Informe sólo requería vendajes y otro 32% requería tratamiento y vendajes.
Servicios de salud mental y psicosociales
El número de casos adicionales de pacientes con algún problema de saludo mental o psicosocial ha hecho que los servicios se vean abrumados.
En octubre de 2018, los asesores de las clínicas de salud de UNRWA proporcionaron primeros auxilios psicosociales a 228 pacientes y determinaron que el 43% necesitaba apoyo psicosocial individual y seguimiento. El Programa de Salud Mental Comunitaria de la Agencia se vio considerablemente afectado por la crisis financiera en 2018, lo que repercutió negativamente en su capacidad de respuesta.
La falta de atención de las necesidades psicosociales puede tener un efecto en espiral en la comunidad y puede contribuir a la deserción escolar, la pérdida del empleo, el aumento de las tensiones familiares y el aumento de las tasas de violencia basada en género en el hogar.
Los servicios de rehabilitación
UNRWA presta servicios de rehabilitación física en 15 de sus 22 centros de atención primaria de la salud. La alta tasa de lesiones en las extremidades inferiores entre los pacientes ha provocado un aumento de la demanda de servicios de fisioterapia. Muchos de los casos son complejos y requieren rehabilitación intensiva. Los fisioterapeutas de la Agencia informan de que el número de pacientes se ha duplicado (de 12 pacientes al día a 24 pacientes al día).
En conclusión
En los doce meses de la Gran Marcha de Retorno, más refugiados de Palestina han resultado heridos que durante las hostilidades de Gaza de 2014, más palestinos han muerto que durante las hostilidades de Gaza de 2012, y la respuesta a la violencia ha llevado al borde del colapso a un sistema de salud ya de por sí muy deteriorado. UNRWA ha sido testigo directo de las profundas repercusiones en la vida de los refugiados de Palestina (incluidos los niños), que constituyen la mayoría de los palestinos en Gaza, así como de la inmensa presión que ha ejercido sobre los servicios de la Agencia.
Las manifestaciones de la Gran Marcha de Retorno son claro reflejo del creciente nivel de frustración y desesperación entre los palestinos que viven en la franja de Gaza, que han soportado 12 años de bloqueo, más de 50 años de ocupación y, en el caso de los refugiados palestinos, 70 años de falta de una solución justa y duradera a su difícil situación. No hay nadie en Gaza que no se haya visto afectado por estos efectos que han restringido la circulación de personas y bienes, devastado la economía de Gaza y provocado un desempleo sin precedentes y una creciente dependencia de la ayuda alimentaria. El uso de la fuerza en respuesta a las manifestaciones en los últimos doce meses y las consecuencias físicas y psicológicas resultantes han agravado una situación ya de por sí grave para los habitantes de la Franja.
Si bien UNRWA seguirá prestando servicios en Gaza en conformidad con su mandato, es evidente que la situación es insostenible. Se necesitan urgentemente soluciones políticas, incluida una solución justa y duradera a la difícil situación de los refugiados y refugiadas de Palestina.
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