La brutal inflación en Siria dispara la inseguridad alimentaria: “Ya no compramos fruta”
21.04.2022La crisis en Siria, derivada de un conflicto que arrastra desde 2011, y agravada por la pandemia de coronavirus y sus consecuencias socioeconómicas, arroja una sombra oscura sobre la vida de los refugiados y refugiadas de Palestina que permanecen en el país. Alrededor del 60% de la población refugiada de Palestina ha sido desplazada de sus hogares al menos una vez y muchos han perdido sus trabajos y fuentes de ingresos. La población continúa luchando cada día bajo durísimas condiciones que afectan a sus vidas.
Jameeleh, de 42 años, es una de las miles de refugiadas de Palestina que se han visto afectadas por el conflicto. En 2013 se vio obligada, junto con su marido y su hijo, a huir de su casa, en el campamento de Khan Eshieh, a Jdaydeh. Allí compartieron un apartamento alquilado con sus padres, que también habían sido desplazados del campamento de Qabr Essit, en Damasco.
En 2017, cuando disminuyeron las hostilidades en el campamento de Khan Eshieh, Jameeleh y su familia decidieron regresar a su casa destruida. Ya no podían asumir el coste de su apartamento. Desde entonces, la familia ha utilizado la ayuda en efectivo de UNRWA para comprar alimentos y realizar reparaciones menores en el techo de la casa dañada. En ese momento, Jameeleh se sintió muy aliviada de estar de vuelta en casa y de estar libre de la carga de pagar el alquiler.
En los últimos años, el deterioro de la economía siria y la disparada inflación han dado lugar a la inseguridad alimentaria. Los refugiados y refugiadas de Palestina, como Jameeleh y su familia, luchan para satisfacer sus necesidades más básicas. “Ha pasado mucho tiempo desde que probamos la carne”, comenta Jameeleh, “y ya no compramos fruta porque ahora nuestro dinero se gasta en alimentos básicos por la creciente inflación en los precios del país. Si no fuera por la asistencia en efectivo que recibimos de UNRWA y los otros servicios que brinda la Agencia, estaríamos totalmente expuestos a la pobreza”.
En Siria, UNRWA brinda asistencia en efectivo a unas 145.000 personas refugiadas de Palestina más vulnerables, ayudándolos a satisfacer sus necesidades básicas.