Gaza se muere de hambre mientras los camiones esperan poder entrar 

Es vital actuar de inmediato para evitar que más personas sigan muriendo por desnutrición

La situación de la franja de Gaza va más allá de cualquier descripción. Desde que se reanudaron las hostilidades y las autoridades israelíes impusieron un bloqueo a la entrada de suministros, hace más de once semanas, las condiciones de vida de la población se han vuelto aún más insoportables.  

El empeoramiento de las hostilidades ha causado cientos de personas asesinadas, aún más destrucción de infraestructura civil y más desplazamientos masivos de la población. Alrededor de 632.000 personas han sido desalojadas de nuevo desde el 18 de marzo. Más de 30 órdenes israelíes de desalojo forzoso han empujado a la población a un espacio cada vez más reducido, con graves consecuencias físicas como mentales.  

Las familias siguen desplazándose, pero no hay ningún lugar seguro al que ir. Alrededor del 81% del territorio de la Franja se encuentra en estos momentos en zonas militarizadas por Israel o bajo órdenes de desalojo forzoso.  

Pero el sufrimiento más desesperante en estos momentos para la población es la hambruna. Medio millón de personas corren el riesgo de morir de hambre si no entra de manera inmediata suministros en cantidades mucho mayores.  

En los últimos días, las agencias humanitarias hemos solicitado la aprobación israelí para 900 camiones cargados. Unos 800 fueron autorizados y poco más de 500 pudieron descargarse en el lado israelí de Kerem Shalom. Pero solo se han podido recoger unos 200 en el lado palestino, por la situación de seguridad.  

Por otra parte, Israel ha establecido un nuevo modelo de distribución de la ayuda que es ineficiente. A través de cuatro centros de reparto ubicados en el centro y en el sur de la Franja, controlados por vigilantes estadounidenses, se pretende repartir la asistencia entre la población. Pero este nuevo modelo no puede satisfacer las necesidades de Gaza y no se ajusta a los principios humanitarios básicos.  

Mientras la población, y especialmente los niños y niñas, se mueren de hambre, en UNRWA tenemos 3.000 camiones cargados de alimentos, medicamentos y otros suministros esenciales esperando poder entrar en Gaza.  

Además, contamos con cinco almacenes operativos en la Franja, incluyendo dos en el sur, dos en las zonas centrales y uno en la ciudad de Gaza. Nuestros equipos están preparados para gestionar y distribuir la ayuda humanitaria, que debe entrar en cantidades significativas.  

Es vital actuar de inmediato para evitar que más personas sigan muriendo de hambre. Es necesario el cese inmediato de violencia, la garantía del acceso humanitario sin restricciones y un flujo constante de entrada de asistencia.