“Fui testigo de los ataques, pero seguu00ed trabajando”
27.11.2012
Fui testigo de los bombardeos, ocurrieron justo en frente de mí, pero seguí trabajando. Debíamos arriesgar nuestras vidas por la seguridad de las personas”, recuerda Ahmad Hamada, de 21 años y trabajador de saneamiento de UNRWA en la franja de Gaza.
En condiciones extremadamente peligrosas, y durante los ocho días que ha durado el conflicto, los trabajadores de saneamiento de UNRWA se encargaron de limpiar los residuos y la cada vez mayor cantidad de escombros en los ocho campamentos de refugiados de Gaza. Pusieron en riesgo sus vidas para proporcionar un servicio fundamental para los refugiados en la Franja.
La recogida de residuos es esencial para la salud pública y evitar la propagación de enfermedades, pero también es uno de los trabajos más peligrosos durante un conflicto. Hay que recoger la basura y llevarla a un lugar seguro para que no represente una amenaza para la población, y eso implica un continuo movimiento de los trabajadores bajo los bombardeos y los ataques aéreos. A excepción de estos trabajadores de UNRWA, las calles de Gaza estaban desiertas, todo el mundo se mantenían en el interior de sus casas. Una situación que refleja el peligro que corrieron que durante el conflicto.
“Naturalmente, yo tenía miedo”
Ahmad no fue el único que presenció de primera mano los peligros de los ataques y seguió adelante con su trabajo. Walid Subah, que vive a tres kilómetros de la oficina de saneamiento local, dice: “Naturalmente, tenía miedo. No solo temía por mi vida, sino también por la de los demás trabajadores. Pero si no hubiéramos seguido limpiando, se habrían extendido enfermedades”. Sin posibilidad para viajar en coche, Walid Subah tenía que caminar todos los días para llegar al trabajo, a pesar de la violencia.
Attia Sahloul, otro de los trabajadores sanitarios de UNRWA, comparte el compromiso de sus colegas. “Nosotros nos encargamos de la gente, incluso en este ambiente difícil”, señala.
Prestación de servicios bajo el fuego
Durante la escalada de la violencia, UNRWA siguió recogiendo los desechos sólidos en los ocho campamentos de refugiados en Gaza. A pesar del peligro, el personal de UNRWA se presentó voluntariamente para trabajar y garantizar que los residuos no se acumularan en las calles asediadas de Gaza. Solo el miércoles pasado, los trabajadores de limpieza recogieron 225 toneladas de residuos, un 75% en comparación a un día normal.
Los residuos se situaron en vertederos temporales, dado que los habituales están demasiado lejos de los campamentos y el acceso a ellos habría puesto al personal de UNRWA en riesgo innecesario. Ahora que el entorno es más seguro, UNRWA trabaja con los obreros de saneamiento para asegurar que los residuos sean tratados adecuadamente, ayudando a acelerar la recuperación de Gaza.
Otras informaciones relacionadas:
