En mitad del infierno, la ayuda de UNRWA salva vidas en Gaza
02.02.2024La situación en Gaza ya está muy lejos de poder describirse con palabras. Más de dos millones de personas están sometidas a condiciones inhumanas. A los bombardeos constantes y al desplazamiento forzoso debido a la orden de desalojo de Israel, hay que sumar el hambre y la propagación de enfermedades debido a la escasez de agua y saneamiento y al grave hacinamiento en el sur de la Franja.
“Es difícil adaptarse o vivir en estas condiciones. Nunca imaginamos que el sufrimiento duraría tanto. Al principio pensamos que esto terminaría pronto y regresaríamos a nuestras casas. Pero después de más de 100 días, sentimos que estamos esperando la muerte”, explica Rihab, personal de UNRWA en Deir al-Balah y madre de cuatro hijos.
Uno de los mayores riesgos ahora mismo para la población es la hambruna. Los niveles de hambre en la Franja son insólitos, 4 de cada 5 personas que se encuentran en los niveles más drásticos de hambre en el mundo, están en Gaza. Las personas están desesperadas y hacen colas de horas para conseguir alimentos. El hambre es ahora una amenaza casi mayor que las bombas.
En este contexto el trabajo de UNRWA es vital. En toda la franja de Gaza, casi 2 millones de personas -la gran mayoría mujeres y niños- dependen de UNRWA para su mera supervivencia mientras la Agencia gestiona refugios superpoblados, asistencia alimentaria y atención primaria de salud.
Los equipos de UNRWA siguen distribuyendo alimentos dentro y fuera de nuestros refugios. Desde el 7 de octubre, hemos distribuido más de 21.881 toneladas de harina, 6.542.842 unidades de productos lácteos y 4.674.313 latas de alimentos ricos en proteínas, como frijoles o carnes. Además de 18.984.000 litros de agua con camiones cisterna y botellas.
Cuatro centros de salud de UNRWA siguen operativos a pesar de que los constantes bombardeos, la destrucción y las restricciones de acceso a nuestros compañeros y compañeras dificultan mucho brindar servicios y artículos esenciales. Estamos vacunando a niños y niñas contra el sarampión, las paperas, la rubéola y otras enfermedades cada vez más extendidas en Gaza.
Más de 1,7 millones de personas están desplazadas en nuestros refugios. Dejan sus hogares sin nada, y lo necesitan todo. Desde UNRWA proporcionamos colchones, mantas, productos de higiene, pañales.
Toda esta ayuda, aunque no es suficiente, salva vidas. Nuestros compañeros y compañeras lo saben y por ello se siguen presentando día tras días en sus puestos de trabajo. “No tenemos otra opción que aferrarnos a la esperanza y armarnos de un poco de optimismo que nos ayude a despertarnos por la mañana, vestirnos e ir a trabajar”, cuenta Rihab.
Estos compañeros que cada día arriesgan sus vidas y luchan para cumplir con el mandato humanitario de la Agencia bajo los ataques continuos, las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria, la falta de recursos y el asedio, se enfrentan ahora a una nueva amenaza: la decisión de 16 países de suspender la financiación a UNRWA en un momento crítico. Esta decisión supone un castigo colectivo adicional para la población de Gaza y un riesgo, aún mayor si cabe, para 2 millones de personas que dependen de la asistencia de la Agencia. “Es difícil imaginar que los habitantes de Gaza sobrevivan a esta crisis sin UNRWA” afirma Tom White, Director de UNRWA en Gaza.
Si quieres colaborar para que UNRWA pueda seguir con su trabajo en Gaza, puedes hacerlo en www.ayudagaza.com