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UNRWA España - Actualidad sobre los refugiados de Palestina - El juego, vía de escape de los niños refugiados en Siria

El juego, vía de escape de los niños refugiados en Siria

La zona de juegos de colores en el Centro de Formación de Damasco UNRWA (DTC) se llena de vida con niños que ríen, corren y juegan. El centro se ha convertido en un refugio colectivo donde viven alrededor de 1.200 refugiados de Palestina muy vulnerables que han sido desplazadas de sus hogares. Las familias se han refugiado en aulas reutilizadas, con un máximo de tres familias por habitación. El patio de recreo es el único lugar donde los niños pueden jugar con amigos en un espacio seguro.

“El juego es esencial para el sano desarrollo de nuestros hijos. Les permite ser niños en medio de tan difíciles condiciones”, dice Amneh, madre de tres hijos que dejó Yarmouk en marzo de 2015, cuando las tensiones en el campamento aumentaron bruscamente. Ahora vive con sus padres e hijos en el refugio colectivo de Damasco. Su marido se quedó en Yarmouk y murió un mes después de que ella huyera.

Amneh cree en la importancia de las actividades recreativas en la vida de los niños con traumas. El espacio para niños ofrece distracción y normalidad entre la incertidumbre en medio de la crisis. “Es una sensación refrescante dejar que los niños jueguen libremente en el parque”, dice ella, “toman aire fresco y hacen ejercicio”. El espacio también se ha convertido así en un punto de encuentro importante para las familias, donde los padres pueden entretener a sus hijos y charlar en los columpios.

Al hijo de Amneh Anas le encantan las barras del parque. Con 9 años, se sonroja y se esconde detrás de su hermana mientras su madre discute lo bien que lo está haciendo en la escuela. Se ha vuelto a matricular en la escuela alternativa de UNRWA en Mazzeh, Damasco, después de haberse perdido casi dos años, por culpa del estado de sitio en Yarmouk. Amneh y sus hermanas más pequeñas vienen casi todos los días para jugar juntos en las barras: “me gusta colgarme de la barra y balancearme. También fortalezcp así mis músculos”, dice Amneh.

Este espacio es uno de los 12 planificados conjuntamente para Siria en beneficio de los refugiados de Palestina. Equipado con toboganes, columpios y un sube y baja, estos espacios recreativos promueven el bienestar de los niños afectados por los acontecimientos en curso en Siria. Espacios como estos permiten a los niños encontrar nuevas formas de hacer frente a la crisis y el estrés y que aprendan, crezcan y se desarrollen en lugares seguros.

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