Donde se encuentran el cemento y el sol: El innovador huerto de Burj Barajneh
18.03.2019Perejil, lechuga de hoja roja y menta fresca. Estas son solo algunas de las verduras y plantas aromáticas que florecen en el jardín orgánico instalado en una azotea de uno de los lugares más impensables: el campamento Burj Barajneh en Beirut – uno de los tantos campamentos de personas refugiadas de Palestina en Líbano.
En Burj Barajneh viven actualmente unas 18.000 personas rodeadas de una maraña de carreteras abarrotadas y cables eléctricos. Cada día se enfrentan a fugas de agua, a la humedad y a la mala ventilación. En medio de este contexto sombrío, el pasado octubre de 2018 apareció un rayo de luz y esperanza gracias a la idea de Mariam Chaar, Directora del Centro de Programas para las Mujeres Burj Barajneh y refugiada palestina, en estrecha colaboración con Ziad Abi Chaker, ingeniera medioambiental e industrial de Cedar Environmental, un centro local de investigación y desarrollo de tecnologías medioambientales.
La idea de cultivar sus propios ingredientes orgánicos surgió al buscar una actividad complementaria a Soufra, una exitosa empresa de catering liderada y desarrollada por mujeres que también creó Chaar. Soufra prepara y entrega comidas tradicionales caseras de origen palestino para hogares, empresas y eventos especiales en los campamentos. Soufra, o “mesa de comedor” en árabe, aprovecha una instalación de UNRWA puesta a disposición del Centro de Programas para Mujeres en el campamento. Es en la azotea de este edificio donde Chaar emprendió un jardín de cultivos orgánicos.
Los productos orgánicos en este entorno tan falto de verde son atendidos por voluntarias del Comité de Niñas Burj Barajneh, un grupo que, con el apoyo de UNRWA, trata concienciar a la comunidad sobre la prevención de la violencia de género. Las niñas reciben una formación de tres meses y después tienen la tarea de cuidar el jardín de la azotea. Además de la supervisión, pueden participar en la medida que deseen en el trabajo agrícola. En este sentido, el proyecto tiene un impacto social significativo, más allá del medioambiental.
“Estoy encantada con esta iniciativa. No solo es una fuente de ingresos, sino también un gran proyecto ecológico que ayuda a aprovechar todos los espacios posibles en este campamento congestionado, incluso los tejados. Además, potencia y crea más oportunidades para las mujeres”, observa Maha Hajjaj, miembro del Centro de Programas para Mujeres en Burj Barajneh y gerente de cocina en Soufra.
El jardín de la azotea está construido con estructuras verticales elaboradas a partir de bolsas de plástico y otros plásticos no reciclables y permite el cultivo de 15 tipos diferentes de verduras que, con el tiempo, cubriran el 75% de las necesidades del catering Soufra. Los “eco-plantadores“, como se les llama, ocupan muy poco espacio y permiten el cultivo intensivo sin el uso de fertilizantes químicos, herbicidas o pesticidas. Esta metodología innovadora permite no solo producir productos orgánicos, mejorar la salud general y el bienestar de la población refugiada de Palestina, sino que también hace un uso eficiente del espacio, que escasea en el campamento.
Si bien gran parte del trabajo de los Centros de Programas para Mujeres se centra en concienciar sobre el matrimonio infantil y la prevención de la violencia de género dentro del campamento, los centros también ofrecen educación, capacitación vocacional y microcréditos a las mujeres, en colaboración con UNRWA, para crear oportunidades de empleo ahora y en el futuro y, por lo tanto, contribuir en gran medida al empoderamiento de las mujeres y las niñas.
El tráiler del documental “Soufra” está disponible online. Se trata de la inspiradora historia de la empresaria social, Mariam Chaar, una refugiada que ha pasado toda su vida en el campamento de Burj Barajneh, justo al sur de Beirut, en Líbano. La actriz y productora ejecutiva de ‘Soufra’, Susan Sarandon, y el cineasta Thomas Morgan visitaron el jardín de la azotea a principios de esta semana.