Bloqueado el paso a un convoy de UNRWA con ayuda humanitaria para Yarmouk

El pasado 13 de enero, un convoy de UNRWA con ayuda humanitaria y trabajadores de la Agencia trató de llegar hasta el campamento de refugiados de Yarmouk, en Damasco, que permanece cercado desde verano y donde alrededor de 18.000 personas están atrapadas, entre ellos mujeres y niños. A pesar de contar con autorización para pasar el puesto de control, el convoy recibió ráfagas de disparos y se decidió regresar a Damasco para garantizar la seguridad del personal. En el ataque no hubo que lamentar heridos.

El convoy de UNRWA, formado por seis camiones pequeños había abandonado el almacén central de la Agencia en Damasco con comida para unas 6.000 personas y 10.000 vacunas para la poliomielitis, junto con algunos suministros médicos. El convoy iba acompañado por una escolta de seguridad proporcionada por las autoridades sirias, lo que permitió llegar hasta el último puesto de control dominado por el Gobierno sirio, en la entrada sur de Yarmouk. Además de contar con una autorización para pasar el puesto de control, las autoridades sirias proporcionaron a UNRWA una excavadora para retirar los desechos, montículos y otros obstáculos de la carretera. Sin embargo, al avanzar hacia el campamento la excavadora recibió disparos directos y se vio obligada a dar la vuelta. Se registraron a continuación ráfagas de disparos, incluyendo disparos de ametralladoras, cerca de los vehículos de UNRWA. Además, un mortero explotó muy cerca del convoy. Fue entonces cuando el convoy decidió dar la vuelta y regresar a Damasco, siguiendo las recomendaciones de la escolta de seguridad.

En ningún momento se disparó directamente contra el convoy de UNRWA y nadie resultó herido. Cuando las autoridades sirias autorizaron la entrega de ayuda a Yarmouk, exigieron que se utilizara la entrada sur a Yarmouk. Esto supone conducir durante aproximadamente 20 kilómetros en una zona de intenso y frecuente conflicto armado, en la que hay una fuerte presencia de muchos grupos armados de la oposición. Alegando problemas de seguridad, las autoridades sirias no autorizaron el uso de la entrada norte a Yarmouk, que está bajo el control del Gobierno y que se suele considerar más accesible y relativamente menos peligrosa.

UNRWA no ceja en su empeño de llevar ayuda a Yarmouk

El regreso del convoy sin poder entregar la ayuda humanitaria supone un decepcionante revés para los residentes de Yarmouk, que continúan viviendo en condiciones inhumanas. Los informes describen la malnutrición generalizada que sufre la población. A pesar de este frustrante fracaso, UNRWA no ceja en su empeño y ya está presionando a las autoridades sirias para que respalden otro intento de entrega de ayuda humanitaria a Yarmouk. Este es el único campamento de refugiados que continúa bajo condiciones extremadamente duras.

UNRWA atiende a más de medio millón de refugiados de Palestina en Siria, de los que aproximadamente 70.000 han huido a Líbano y otros países.