Convertir una afición en negocio: mujeres que sacan adelante a sus familias en la dura realidad de Gaza
02.06.2023En Gaza, el bloqueo terrestre, aéreo y marítimo impuesto por Israel, que ya cumple 15 años, ha provocado una grave crisis humanitaria y socioeconómica. En la Franja, la tasa de pobreza ha alcanzado el 81,5% y la de desempleo el 48,1% entre las personas refugiadas de Palestina. Los hogares con escasez alimentaria grave ascienden al 40,7%.
En este duro contexto, donde además las repetidas ofensivas israelíes amenazan la vida y la dignidad de la población, las familias refugiadas de Palestina tienen que buscar alternativas para salir adelante y tener un futuro más esperanzador.
Um Mohammed Abu Diba’a, tiene 48 años, es una refugiada de Palestina que vive en Gaza y ha convertido su pasión por hacer dulces en una fuente de ingresos para ella y su extensa familia. Um Muhammed tiene ocho hijos e hijas y es abuela de 20 nietos.
Pasa la mayor parte del tiempo en su casa preparando comidas tradicionales palestinas como el maftoul, pasteles y diversos platos con arroz. Además, durante fechas señaladas, como el Ramadán o el Eid al-Fitr, aprovecha para elaborar dulces tradicionales palestinos y venderlos a su comunidad o a pequeñas organizaciones locales.
Durante los últimos diez años, Um Mohammed ha perfeccionado su oficio y gracias a los ingresos que obtiene vendiendo sus productos mantiene a cuatro familias, incluidas las de sus tres hijas casadas que viven en el parte inferior de su edificio y la ayudan a diario.
Del mismo modo, Yasmin Heikal también ha sabido aprovechar su talento y su pasión por hacer dulces en un negocio familiar. Yasmin crea diseños únicos con chocolate belga especial y sin azúcar. Sus hijos y su marido, un refugiado palestino que actualmente está desempleado, la ayudan con sus creaciones.
Su hijo Anas, que cursa octavo grado en una escuela de URNWA en Khan Younis, la ayuda a la hora de comprar las materias primas necesarias, así como en promocionar sus productos en una página de Facebook y, desde hace poco, también en Instagram, para conseguir más clientela.
Por ahora, su negocio de chocolate es la única fuente de ingresos para la familia. Yasmin espera poder seguir trabajando e invirtiendo en su negocio y así mejorar la situación familiar.
A pesar de lo duros retos a los que se enfrentan a diario, mujeres como Um Mohammed y Yasmin demuestran que son proactivas y no pierden la esperanza. Trabajan y aprovechan sus talentos para sacar adelante a sus familias y se convierten en referentes para ellas.