Cómo afecta la escasez de productos de higiene a las mujeres y adolescentes en Gaza  

Las mujeres y las niñas se encuentran entre los grupos más vulnerables de cualquier sociedad. Su vulnerabilidad suele verse amplificada en contextos de desplazamiento y violencia.  

En Gaza, en este momento, casi un millón de mujeres y niñas han sido desplazadas de sus hogares y alrededor de 17.000 mujeres y menores han sido asesinados desde el 7 de octubre.  

Los refugios están gravemente masificados y las personas apenas cuentan con intimidad. El centro de formación de Khan Younis de UNRWA ahora es uno de los refugios más grandes en el sur de la Franja y alberga a más de 40.000 personas. Desde octubre, se han registrado en la instalación 140 nacimientos. Allí, las condiciones son cada día más insoportables por la masificación.  

La directora de Comunicación de UNRWA, Juliette Touma, informó que “muchas mujeres me dijeron que apenas comen ni beben, no solo porque no haya suficiente comida, sino también para limitar el tiempo que tienen que pasar en baños insalubres”.  

Maysa forma parte del personal de protección de UNRWA en Khan Younis y confirma que el equipo recibe numerosas solicitudes de productos de higiene para mujeres y que cada vez es más complicado distribuirlos. “La escasez de estos productos en el mercado local tiene un impacto psicológico y físico en ellas”, asegura.  

Una madre joven refugiada en Khan Younis explica que las alternativas caseras e improvisadas a las toallitas sanitarias no son adecuadas y les provocan inseguridad y vergüenza. Además, de aumentar el riesgo de graves infecciones.  

El cierre de la mayoría de las tiendas y farmacias en Khan Younis debido a la intensificación de los ataques ha agravado la situación. “La escasez de este producto en los mercados ha provocado un aumento de los precios, lo que dificulta que las mujeres desplazadas puedan comprarlos”, explica la doctora Nisreen, que presta servicios sanitarios en el refugio de UNRWA.  

En total, en Gaza, hay más de 690.000 mujeres y adolescentes que menstrúan y necesitan productos de higiene menstrual, además de acceso a agua, baños limpios y privacidad.  

UNRWA intenta satisfacer todas sus necesidades, pero cada vez es más complicado, porque las existencias se encuentran en niveles críticos. Desde el 7 de octubre, UNRWA ha distribuido más de 80.000 kits de higiene familiar a personas desplazadas. Pero se necesita mucho más para aliviar las necesidades, especialmente entre las mujeres y niñas, que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad.  

La entrega de ayuda humanitaria sigue enfrentando desafíos complicados de superar, incluidos bombardeos constantes y restricciones de acceso. El nivel de asistencia humanitaria vital que llega a la Franja es mínimo y muy inferior a lo que la población necesita.