Una casa feliz para Islam y su familia
15.02.2015“Esta es una casa feliz. Siento que nos sonríe”, dice Islam de 11 años mientras ayuda a sus hermanos a llevar sus cosas a su nuevo hogar.
El padre de Islam, Jamal, también está entusiasmado, su felicidad es visible mientras ve como sus 7 hijos eligen qué habitaciones quieren. “Estábamos viviendo en un refugio de una habitación en ruinas. Ha sido extremadamente difícil para todos nosotros. No me lo podía creer cuando la trabajadora social de UNRWA, Fatmeh, me dijo que nuestro refugio estaba en la lista de reconstrucción”, dice Jamal.
El refugio de esta familia es uno de las 46 viviendas en el campamento de Husn en Jordania que están siendo rehabilitadas a través del Programa regional para la mejora de las condiciones de vida en los campamento de refugiados de Palestina. El programa también está financiando la reconstrucción de 65 refugios en campamento de Talbieh y dos escuelas en el campamento de Husn.
La hija mayor de Jamal, Alaa, tiene otra razón para estar feliz con su nuevo hogar. “Me avergonzaba nuestro antiguo refugio. No podía invitar a mis amigos. Me daba mucha vergüenza”, dice ella.
A Hanan, la hija menor, de 6 años, no le gustaba lo expuesto que estaba el viejo refugio de la familia. Es joven, pero no demasiado joven para darse cuenta de que a ella también le gusta la privacidad en su hogar. “La gente nos podía ver a mi madre y a nosotros a través de los grandes agujeros en la puerta principal. No me gustaba”, dice ella.
Rehab, la madre, esta muy agradecida de que se hayan podido mudar al nuevo refugio antes del invierno. “Islam tiene el asma a causa de la mala la ventilación de la viejo refugio. Estoy feliz de que nos mudáramos antes del invierno. Sufre mucho durante todo el invierno debido al frío y la lluvia que gotea del techo y que hace que sea casi imposible calentar la habitación”, dice Rehab.
Aunque su nuevo hogar es un motivo de felicidad para Islam y su familia, muchos otros refugiados de Palestina en Jordania no son tan afortunados. Una encuesta de UNRWA de 2012 muestró que más de 450 hogares en los campamentos de Husn y Talbieh son peligrosos e inhabitables debido a factores que incluyen deterioro, estructuras mojadas e antihigiénicas, hacinamiento extremo e instalaciones inadecuadas.