El desafío de comunicarse con niños traumatizados por la violencia y el conflicto en Siria

El conflicto en Siria ha creado profundos desafíos para las familias de refugiados palestinos, particularmente aquellos con niños pequeños. Muchos han experimentado situaciones de trauma extremo, incluyendo la pérdida de miembros de la familia y amigos, y de la exposición directa a la violencia armada. Estas experiencias traumáticas pueden provocar problemas de salud emocional y mental agudos, incluyendo retraimiento y comportamiento agresivo.

Samira Shahin, un refugiado de Palestina desplazado de Yarmouk, describe los desafíos de tratar con un niño traumatizado y enfadado. “Yo estaba triste y no tenía ni idea de qué hacer. No podía comunicarme con mi hijo de seis años de edad” dice Samira. Para ayudar a las mujeres como Samira que viven en el Refugio colectivo del Centro de Capacitación de Damasco, UNRWA ofreció recientemente un curso de seis semanas como parte del proyecto de Participación de la Juventud de la UE.

Durante el curso, Samira aprendió técnicas para ayudar a su hijo a que asuma la responsabilidad de su comportamiento y descubra maneras positivas de controlar sus emociones. Samira dice: “Ahora puedo construir una relación sana con él sobre la base de un diálogo constructivo en lugar de poder y castigo. Gracias al curso, tuve la oportunidad de analizar el comportamiento de mi hijo, comprender mejor sus necesidades y ayudarle a desarrollar sus habilidades creativas. Los dos somos mucho más felices ahora”.

Las hijas de Iman Qaddoura tienen problemas. Su hija de siete años , sufre de celos y se inventa historias, y su hija de 15 años de edad, se ha vuelto agresiva con sus amigos. A través del curso, Iman ha aprendido nuevos métodos para tratar la conducta de sus hijas. “Tenemos que motivar a nuestros hijos y enseñarles formas alternativas para resolver sus problemas”, dice ella.