9.000 mujeres han sido asesinadas en Gaza desde octubre  

Las mujeres en Gaza sobreviven en condiciones infrahumanas.  Llevan cinco meses soportando las bombas, el hambre y las enfermedades en un contexto de violencia que parece no tener fin. Desde principios de octubre, 9.000 mujeres han sido asesinadas en la Franja.  

Se estima que casi un millón de mujeres y niñas están desplazadas y buscan desesperadamente protección para sí mismas y sus familias.   

Las mujeres y niñas son, a menudo, las más vulnerables en situaciones de crisis. Son quienes se privan de alimentos para poder dar de comer a sus hijos. Las mujeres embarazadas y lactantes corren especial peligro de sufrir desnutrición y malnutrición, aumentando también el riesgo de sufrir defectos de nacimiento o muerte para sus hijos.   

Según UNFPA, en Gaza, hay más de 155.000 mujeres embarazadas y lactantes. Y se estima que una media de 160 mujeres da a luz cada día, en condiciones inimaginables. El sistema sanitario está totalmente destruido. Los hospitales están desbordados y los profesionales sanitarios trabajan sin apenas recursos o medicamentos y bajo niveles de estrés y ansiedad constantes. 

Además, 690.000 mujeres y adolescentes menstrúan en la Franja y no disponen de suministros de higiene menstrual. 

El hacinamiento y la falta de privacidad en los refugios, junto a la escasez de recursos y la falta de acceso a instalaciones adecuadas de agua y saneamiento afecta a su salud, ya que aumenta el riesgo de infecciones, y también a su dignidad y salud mental.  

Las mujeres se enfrentan a otras formas de violencia más allá de las bombas. Recientemente, expertos de la ONU han dado la voz de alarma por atroces violaciones de derechos humanos a las que siguen sometidas las mujeres y las niñas palestinas en la franja de Gaza y Cisjordania.  

Preocupan especialmente los informes que hablan de mujeres y niñas palestinas sometidas a múltiples formas de agresión sexual por oficiales del ejército israelí. Además, según la información recibida, mujeres y niñas han sido ejecutadas arbitrariamente en Gaza, a menudo junto a con miembros de sus familias, incluidos sus hijos e hijas.  

Ser mujer es difícil, pero si lo eres en un lugar donde caen bombas constantemente, el hambre se apodera de ti y tu familia y las enfermedades acecha, ser mujer es inimaginable. En Gaza, las mujeres soportan lo insoportable y solo desean vivir en paz.