16 años de bloqueo en Gaza: consecuencias devastadoras para la población  

En junio de 2007, el gobierno de Israel impuso un bloqueo por tierra, mar y aire a la franja de Gaza que este mes cumple 16 años y que ha tenido devastadoras consecuencias. El bloqueo impide las importaciones de muchos productos, limita el movimiento de personas y las oportunidades para el empleo de la población gazatí, en su mayoría refugiados de Palestina.  

Hay que sumar que durante estos años de bloqueo, la población de Gaza ha sufrido ciclos repetidos de violencia, ofensivas que han provocado muertes, personas heridas y destrucción.  

Todos estos factores unidos han provocado un deterioro de los derechos humanos y un subdesarrollo de la Franja. 

Los datos así lo muestran. En la actualidad, el 81,5% de la población de Gaza vive bajo el umbral de la pobreza. El 71% son personas refugiadas de Palestina. El porcentaje de población desempleada ha alcanzado el 46.6%, mientras que para la población refugiada palestina en los campamentos se sitúa en el 48,1%. 

Además, el 40,7% de los hogares sufre inseguridad alimentaria grave. Un total de 1,2 millones de personas, que representan más de la mitad de la población de Gaza, necesitan la asistencia alimentaria de UNRWA, que es una red de seguridad vital en la Franja.  

Otra de las graves consecuencias del bloqueo israelí es la falta de libertad de desplazamiento para las personas que viven en Gaza y que ven impedido su acceso a servicios básicos como la asistencia sanitaria. La población gazatí necesita permisos israelíes para desplazarse a recibir tratamiento médico a hospitales en Cisjordania o Israel, pero muchas veces esos permisos son denegados o no llegan a tiempo.  

El bloqueo ha provocado y sigue provocando un déficit de combustible que afecta al suministro de servicios básicos, como el saneamiento del agua o el transporte. Los cortes de electricidad durante horas siguen siendo una constante en la Franja y han provocado una crisis energética crónica. 

La ocupación y el bloqueo durante décadas han destruido la economía de Gaza, su capacidad para producir empleo, para autoabastecerse y para disponer de servicios básicos de manera continua. En estas circunstancias, es imprescindible exigir el fin del bloqueo sobre la franja de Gaza y del sufrimiento que causa a millones de personas desde hace décadas.