72 años de la Nakba: Un recuerdo vivo
13.05.2020“Sólo tenía 15 años cuando mi vida cambió para siempre. La memoria colectiva y el futuro de Palestina cambiaron para siempre ese día”. Comienza, Ahmad Muslah, de 88 años. Recuerda los días de la Nakba en su 72 aniversario. El 15 de mayo de cada año, los palestinos y palestinas de todo el mundo conmemoran la Nakba – la catástrofe en árabe, el día en el que más de 700.000 personas se vieron obligados a abandonar sus casas, pueblos y ciudades huyendo de la guerra árabe-israelí de 1948. El día en el que se convirtieron en refugiados.
Ahmad nació en la aldea de Swafeer, en lo que ahora es Israel, en el seno de una familia de campesinos que poseía un trozo de tierra y la sembraba con trigo y cebada. “Cuando comenzaron los ataques, temíamos perder nuestras cosechas, así que empezamos a dormir en los campos cercanos a la aldea para protegerlos”. Nunca podrían volver a dormir en sus casas. Fueron ocupadas.
Antes de la Nakba, Ahmad estudiaba fuera de su pueblo en el instituto Imam Shafi. Un día de verano, oyó rumores y volvió a casa temprano. Temía que le pasara algo a su familia. Sus padres junto a cientos de vecinos de los pueblos de alrededor huyeron a la franja de Gaza, donde se instalaron en tiendas de campaña en los campos construidos por la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA). Con la mirada perdida, Ahmad nos cuenta que “los primeros años en los campamentos fueron extremadamente difíciles, especialmente en invierno. Los vientos arrancaban las tiendas y nos encontrábamos sin techo. Mi padre decidió alquilar un pequeño trozo de tierra para cultivar y así fue como sobrevivimos”.
Ahmad trabaja ahora en la publicación de su libro “Mi experiencia personal de éxodo 1948/1949”. Se centra en la atmósfera política regional y mundial en el momento de la Nakba. También investiga el papel de los países árabes, los Estados Unidos y el Reino Unido en lo que ocurrió en Palestina.
“El libro expone cronológicamente las acciones y eventos de la Nakba, lo que precedió y siguió en un contexto político difícil, para entender quién fue responsable de la pérdida colectiva de los palestinos”. Ahmad continúa: “También cuenta la historia de los palestinos que fueron obligados a dejar sus casas y a vivir como refugiados pero el libro no descuida a los inmigrantes judíos que escaparon de la 2ª Guerra Mundial a Palestina y fueron arrastrados a la guerra de 1948 por las bandas sionistas. El libro se publicará pronto en árabe e inglés.
Ahmad es una de las pocas personas con vida que fue testigo de la Nakba. Por lo tanto, es consciente de la importancia de transmitir su experiencia personal a sus hijos y nietos. Vive con su hija mayor y sus hijos. “Nunca he olvidado lo verde que era nuestro pueblo. Sigo soñando con volver. Nuestro derecho a regresar está legitimado y garantizado por la resolución de la ONU número 194.” Añade, como soñando: “Como dijo el poeta palestino Abdelkarim Al-Karmi: Mañana, regresaremos”
“Y las generaciones escucharán los sonidos de nuestros pasos”, continúa. Millones de refugiados palestinos sueñan con volver a Palestina mientras aún conservan las llaves de las casas de sus padres en sus pueblos de origen. Las llaves se convirtieron en un símbolo de su derecho a regresar.
Los palestinos de la franja de Gaza y Cisjordania solían marcar este día en el calendario con una gran marcha que recorría las principales calles de todas las ciudades. Todo el mundo participaba en estos eventos y los discursos políticos giraban en torno al derecho al retorno. Sin embargo, este año y debido a los temores de Covid-19, no habrá una gran marcha para conmemorar la Nakba.