Samar y sus abejas: el desafío al bloqueo israelí y al desempleo

Samar Albi, licenciada universitaria de 30 años de Gaza, decidió romper el círculo vicioso de la búsqueda de trabajo de trabajo, casi inexistente en el enclave, y retomar el empleo al que tantos años le dedicó su padre: la apicultura. “Mi padre era apicultor y yo solía ayudarle siempre que podía antes de su fallecimiento, cuando yo tenía 15 años”.  

A principios de año, el Centro de Estadísticas de Palestina publicaba un informe indicando que el 44% de la población joven de Gaza está desempleada. Una cifra que se dispara al 60% en el caso de las mujeres.  

En 2018, Samar comenzó con la compra de 40 colmenas y algunas hierbas como principal fuente de alimento de las abejas. “De esta forma garantizas el doble efecto de la miel porque tiene los componentes originales de la miel y los beneficios de las hierbas”. 

Según Naciones Unidas, las mujeres rurales representan una cuarta parte de la población mundial, labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras.  

A lo largo de los años, Samar ha profundizado y estudiado sobre la crianza de abejas, lo que le ha permitido mejorar la calidad de la miel. Actualmente cría a sus abejas en la planta Stevia. La idea se le ocurrió tras leer mucho sobre el azúcar stevia, una tendencia en las dietas para las personas que quieren abandonar el blanco refinado y buscan un producto más saludable y natural. El Ministerio de Agricultura consideró que su idea era innovadora, por lo que recibió una subvención para comprar las plantas de stevia y comenzar su experimento. “Quiero que las abejas se alimenten del néctar de esta flor durante el verano y la primavera. En invierno planeo remojar las flores de la planta con agua dulce y alimentar a las abejas también con este tipo de agua”, comenta Samar que tiene la creencia que de esta manera la miel será adecuada para una dieta más sana. 

Samar comenzó su proyecto un par de meses antes de la última ofensiva de Gazaen mayo, sin embargo, no ha podido obtener los resultados esperados. Lascolmenas y las plantas fueron bombardeadasen un ataque aéreo israelí. “Perdí muchas colmenas y todas las plantas. La guerra ha impedido que recoja la producción de mi proyecto en mayo”.

En junio, arrastrando la tristeza y el impacto psicológico de una nueva guerra, Samar comenzó de cero plantando más stevia, comprando más colmenas y buscando recolectar la miel la próxima primavera. 

En Gaza la vida siempre es empezar de cero.