“La educación es una esperanza. Me ayudará a conseguir mis objetivos futuros” 

“No hay palabras para describir lo feliz que me sentí la tarde del 19 de julio, cuando salió el resultado del examen nacional de noveno grado. Aunque estaba segura de que lo había hecho bien, mi corazón latía más rápido y me sentía muy nerviosa. Por fin llegó la fecha más esperada”, Rama Sallam, estudiante refugiada de Palestina en Siria.  “Fue una noche de gran alegría y felicidad, la mejor noche de mi vida. Mis familiares y amigas me llamaron para felicitarme”, añadió feliz.   

Desplazada de Yarmouk, Rama tiene 14 años, vive con su familia en Dummar, en Damasco, y va a la escuela Ein Ghazal de UNRWA. Aunque sólo tenía 5 años cuando su familia abandonó el campamento en busca de seguridad debido al deterioro de la situación, Rama recuerda bien el cielo, las cegadoras nubes de polvo de los bombardeos que envolvían la zona. Dejar todo atrás fue una experiencia traumática para su familia. Lo que más destaca en el recuerdo de la infancia de Rama es la oscuridad. “Los proyectiles estallaban a nuestro alrededor. Veía chispas por todas partes y oía el ruido de los escombros que volaban”, recuerda. 

Rama es una de los miles de estudiantes que recientemente aprobaron el examen nacional de noveno grado. Obtuvo 3.090 de un total de 3.100 puntos, la puntuación más alta del total de estudiantes de UNRWA en Siria. Al igual que el resto, Rama se enfrentó a muchos desafíos como los repetidos cortes de electricidad y realizó enormes esfuerzos para mantenerse al día con sus estudios. Estaba acostumbrada a estudiar a la luz de las velas la mayoría de las noches o a estudiar con el teléfono de su madre. No tiene ordenador ni tableta. “La semana de los exámenes finales puede ser un momento estresante para cualquier estudiante, pero con planes de preparación de estudio, ¡se puede afrontar cualquier examen final con confianza!” destacó Rama. 

Según Rama, el trabajo duro es gratificante y nada iguala la sensación de felicidad y orgullo que se tiene cuando se obtienen notas excelentes. Está segura de que su éxito es el resultado del trabajo duro, de una educación de calidad, y atribuye sus logros al apoyo de sus profesores, del director de su escuela y de su madre. “Todos me apoyaron mucho. El director de mi escuela y los profesores siempre estaban ahí para ayudarnos y subirnos la moral. Mi madre ha sido mi roca desde el principio. En cada paso de mi vida, me ha apoyado y animado”, dijo Rama. 

Gracias a UNRWA, Rama pudo asistir a clases de recuperación al principio del año escolar, lo que evitó que se retrasara. También participó en las clases de apoyo de UNRWA que la ayudaron a prepararse para el examen de noveno grado. Las clases se dedicaban a repasar todos los materiales de las asignaturas, a responder a las preguntas de los alumnos y a permitir que los profesores resolvieran las dudas de los estudiantes. 

Su madre y sus profesores describen a Rama como una estudiante diligente, a pesar de las dificultades y del prolongado desplazamiento. Está decidida a prosperar en sus estudios y a cumplir su sueño de ser dentista. “La educación es una esperanza. Me ayudará a conseguir mis objetivos futuros”, dice Rama.  

Proporcionar una educación de calidad y una enseñanza eficaz es fundamental para mejorar los resultados educativos de los y las estudiantes refugiados de Palestina. “Nos complace ver un alto porcentaje de estudiantes que obtienen excelentes calificaciones en el examen nacional de noveno grado. El rendimiento de los estudiantes de noveno grado de UNRWA en Siria ha ido mejorando en los últimos años con una tasa de aprobación del 78% en 2017, aumentando al 85% en 2019, al 90% en 2020 y 2021 y al 94,3% en 2022. Estamos orgullosos de nuestros estudiantes que, a pesar de la gravedad del desplazamiento, siguen destacando”, Amanya Michael-Eye, director de Asuntos de UNRWA. 

Para UNRWA, proporcionar una educación de calidad, equitativa e inclusiva a los niños y niñas refugiados de Palestina es una prioridad.