Jóvenes científicos: los estudiantes de UNRWA arrasan en Siria
02.03.2022En una pequeña sala de clases prefabricadas, en la escuela UNRWA Ras al-Ein en Qudsaya, en Damasco, Siria, 25 estudiantes refugiados y refugiadas de Palestina, miembros del Club de Informática, tratan con entusiasmo de captar la atención de su profesora de tecnología de la información, Rana Kamleh.
“Me hace feliz ofrecer a mis alumnos la oportunidad de desarrollar sus habilidades con actividades que complementan el plan de estudios. Estoy asombrada por su talento y entusiasmo por la tecnología informática”, dice Rana. “Queremos que los niños y niñas crean que pueden lograr cosas que nunca pensaron que fueran posibles, que ganen confianza en sí mismos y que se ayuden como equipo. Todo el Club estaba increíblemente emocionado cuando nos inscribimos a la ‘Maratón de Programación para Niños y Niñas y Adolescentes’ de este año. Celebramos la victoria juntos”, agregó.
Unos 213 niños y niñas de toda Siria participaron en este evento anual organizado por la Universidad Virtual de Siria, en cooperación con la Agencia de Distinción y Creatividad en Damasco. Aziz ganó la medalla de oro, seguido por sus colegas Abdallah Odeh y Mahmoud Hameed, que ganaron la plata. El estudiante Wisam Jaber logró la medalla de bronce.
“Es el apoyo de nuestra maestra Rana, de toda la escuela, de nuestros compañeros y de nuestras familias lo que hizo posible este éxito. Hace mucho tiempo que no me siento tan feliz”, dice Majd. “Todos estamos muy orgullosos y sorprendidos al mismo tiempo. Entrenábamos con un equipo muy básico, pero trabajamos muy duro y nos apoyamos y animamos unos a otros”.
“Gran parte del proceso de las tecnologías de la información en realidad se basa en la creatividad y la resolución de problemas”, comentan Abdallah, Mahmoud y Wisam. Este campo les brinda la oportunidad de utilizar sus habilidades técnicas para encontrar soluciones innovadoras. “Nuestra motivación e inspiración hicieron superar los desafíos técnicos, como hemos superado muchas otras situaciones difíciles en nuestras vidas”, sentencian.
Los tres estudiantes han crecido durante el conflicto en Siria, ahora en su décimo año. Cada uno ha sido desplazado varias veces de sus hogares en el campamento de refugiados y refugiadas de Yarmouk. A través de la educación continúan soñando con que un futuro es posible. Todos ellos tienen un gran interés en el campo de la ciencia, queriendo ampliar sus estudios en medicina e informática.
A través del programa educativo, en UNRWA tenemos como objetivo garantizar que los estudiantes refugiados y refugiadas de Palestina puedan desarrollar todo su potencial. Con más de 49.000 estudiantes refugiados y refugiadas de Palestina matriculadas en 102 escuelas en Siria, la organización proporciona una educación equitativa y de calidad, sin importar las circunstancias de emergencia. Las escuelas de UNRWA en Siria permanecieron abiertas durante la pandemia de COVID-19 y pudieron brindar educación presencial y apoyo psicosocial a sus estudiantes.