Jalal, un héroe de UNRWA que sigue trabajando en primera línea
14.03.2024Cada día, Jalal va a trabajar a la base logística de UNRWA en Rafah, en el sur de Gaza. Ni siquiera los ataques israelíes en la zona, las grandes y dolorosas pérdidas personales o el desplazamiento le han hecho fallar en su misión.
Jalal huyó a Rafah desde la ciudad de Gaza, en el norte, con su esposa y sus hijos al poco tiempo del comienzo de la violencia. Lo hicieron después de que su padre, su madre, sus hermanos y otros familiares fueran asesinados en el barrio de Sheikh Radwan, donde vivían. Otros seres queridos resultaron heridos o ahora siguen desaparecidos.
Recibió la fatal noticia sobre su familia mientras se encontraba trabajando en la base logística de UNRWA. “Cuando recibí la impactante noticia, intenté todo lo posible por mantener la calma. Pude mantenerme firme y seguir brindando los servicios necesarios a otras personas desplazadas, a través de la distribución de artículos esenciales”, cuenta Jalal.
Ahora, Jalal se encarga de la organización y la distribución de suministros a las personas que se refugian en las instalaciones de UNRWA o cerca de ellas. Los artículos que suele distribuir varían de un día a otro, en función de las necesidades y de la disponibilidad. Desde la base logística de Rafah, mantiene el contacto con sus compañeros a través de radio VHF para agilizar el trabajo.
Pero el contexto de Rafah ahora es mucho más complicado que al principio de las hostilidades. Tanto para las personas que sobreviven allí, como para quienes trabajan para ayudar a la población.
En estos momentos, 1,4 millones de personas se hacinan y sobreviven en Rafah en condiciones pésimas. Muchas se desplazaron allí porque se les prometió una seguridad que, se ha demostrado, no existe en ningún sitio de la franja de Gaza.
Los ataques israelíes en las últimas semanas en Rafah también hacen extremadamente complicado y peligroso trabajar y distribuir ayuda. Pero lo profesionales de UNRWA son conscientes de que su trabajo es vital para salvar vidas y acuden cada día a su puesto, asustados y preocupados, pero decididos.
Los héroes de primera línea de UNRWA, como Jalal, continúan brindando asistencia donde pueden y a pesar de sus propias tragedias personales y del gran riesgo para su propia vida. Desde el 7 de octubre, 165 trabajadores y trabajadoras de UNRWA han sido asesinados.