“Estoy decidida a apoyar a mis hijos e hijas para ver una sonrisa en sus rostros”  

Ghusoun Tahan es una refugiada de Palestina de Siria que ha sufrido mucho desde que comenzó la guerra en el país. De la noche a la mañana, su vida cambió, se vio obligada a huir al campamento de personas refugiadas de Beddawi, en Líbano con sus cinco hijos y, desde entonces, su vida ha sido una lucha para sacarlos adelante.  

“Mi esposo fue alcanzado por metralla durante el asedio de al-Hesseina y murió”, cuenta Ghusoun. Desde ese momento, se quedó sola al cuidado de sus hijos e hijas.  

En Líbano, sumido en una grave cris económica y financiera, para mantener a la familia, Ghusoun se dedica a limpiar las casas de otras familias. Tuvo que buscar esta nueva fuente de ingresos, porque, aunque recibía la asistencia de UNRWA, no era suficiente para cubrir las necesidades de ella y sus hijos e hijas. “Nos beneficiamos de la asistencia mensual de UNRWA, pero no es suficiente en estos días, debido al colapso de la economía libanesa”. Ghusoun, además, asegura que paga un alto precio por un apartamento que está casi inhabitable. 

La familia tiene que hacer frente a gastos sanitarios importantes. “Todos mis hijos e hijas tienen asma y necesitan atención especial cuando hacer frío”, explica. “La semana pasada, una de mis hijas sufrió un cólico de riñón en mitad de la noche, así que tuve que llevarla a una clínica privada”, asegura. Según Ghusoun, tuvo que pedir dinero prestado a su arrendador para poder cubrir el gasto de los servicios sanitarios y los medicamentos.  

“Esto es muy agotador”. Ghusoun en muchas ocasiones se siente desbordada. “Es muy estresante estar sola y cuidar a mis hijos e hijas sin un esposo o la ayuda de mis padres o hermanos”, explica.  

Sus tres hijos menores asisten a una escuela de UNRWA en Líbano. Mientras que los dos mayores se vieron obligados a dejar la escuela cuando todavía estaban en Siria, porque no podían hacer frente a todos los gastos.  

La familia de Ghusoun se encuentra entre las 31.400 personas refugiadas de palestina en Líbano que se vieron obligadas a huir de la guerra en Siria. La inmensa mayoría de estas personas viven en la pobreza y dependen de asistencia en efectivo de la Agencia como principal fuente de ingresos.  

 A pesar de las dificultades del día a día, Ghusoun no se rinde y busca siempre la manera de mantener la esperanza, sobre todo para su familia. “Estoy decidida a enfrentarme a estos desafíos. Estoy decidida a apoyar a mis hijos e hijas para ver una sonrisa en sus rostros”.